23-04-2014 22:51
(23-04-2014 22:32)chente link escribió:Por qué no puede tratarse de una moda pasajera? Como lo fue Wii o DS para el público no habitual.
Yo confío en que la moda pase y se vuelva a la normalidad.
Lo raro fue que la "gente casual" (para que se me entienda) se metiese en el mundillo de las consolas tradicionales a comprar en masa. Abuelos jugando a Wii, un montón de chicas jóvenes comprando DS... eso fue algo totalmente anómalo y seguramente no vuelva a pasar. Que ahora ese tipo de gente, jugadora ocasional, esté metida en los smartphones (ni siquiera necesariamente jugando) es algo mucho más natural y lógico. Y una vez que alguien aprende a comunicarse y entretenerse de esa forma ya no hay vuelta atrás, no tiene para nada las características de Wii o DS para ser una moda igual de pasajera.
Puede que la parte de los videojuegos en los móviles/tablets sea volátil e impredecible, pero aún le quedan bastantes años de crecimiento en general y de seguir comiendo parte del pastel que hasta el momento era de las consolas por no tener competencia. Después esa gente no volverá a comprar consolas a no ser que tengan cambios revolucionarios que las conviertan en algo muy diferentes a los sistemas tradicionales. Menos mal que siempre nos quedará el PC y el videojuego tradicional continuará existiendo, de eso que no quepa la menor duda.
Edit: vaya, no me había fijado que Mike ya había dado una respuesta parecida. Edit2: ni Lion, que no sé cómo se me ha adelantado después de editar.
Hay mucha gente que lleva años intentando negar con débiles argumentos la enorme influencia de los móviles en nuestro hobby. Yo simpatizo con ellos porque no me gustan los chorrijuegos ni los controles de esos dispositivos (para el 90% de géneros). Pero no quiero mezclar mis deseos propios (ojalá se fuese al garete el mercado de los móviles en beneficio de mis queridos juegos tradicionales) con los análisis de la realidad. Y la realidad del mercado está demostrando una y otra vez que quienes intentan negar lo evidente y lo inevitable se están equivocando, cada día más.