09-05-2019 00:57
Una película china sobre una operación de rescate de rehenes, contraterrorista yihadista y contraproliferación nuclear en Yemen,
la calidad podría catalogarse de una mezcla de filme de Michael Bay junto con la película Los Mercenarios.
Tiene el interés de que muestra a una China que va ganando implicación en los asuntos de seguridad y militares a nivel mundial, en consonancia con la estrategia naval actual de "aguas lejanas" (ir ganando presencia en el Indico, segunda cadena de islas, etc).
Lo más significativo, no obstante, son los segundos finales de la película. Se dramatiza a la armada china expulsando a la armada americana (se observan unos cruceros Ticonderoga y unos destructuores Arleight Burke) de aguas reivindicadas por China. Obviamente, se refieren a aguas internancionales en el Mar del Sur de China, que de manera ilegal China reivindica como aguas territoriales.
Es llamativa la película porque indica una preparación psicológica a la población de que sus fuerzas armadas podrían comenzar a intervenir más en el extranjero para salvaguardar intereses y personal chinos, así como un posible conflicto naval militar directo con los EEUU por el asunto del derecho del mar.
Si, los malos son blancos, o sea, nosotros.
la calidad podría catalogarse de una mezcla de filme de Michael Bay junto con la película Los Mercenarios.
Tiene el interés de que muestra a una China que va ganando implicación en los asuntos de seguridad y militares a nivel mundial, en consonancia con la estrategia naval actual de "aguas lejanas" (ir ganando presencia en el Indico, segunda cadena de islas, etc).
Lo más significativo, no obstante, son los segundos finales de la película. Se dramatiza a la armada china expulsando a la armada americana (se observan unos cruceros Ticonderoga y unos destructuores Arleight Burke) de aguas reivindicadas por China. Obviamente, se refieren a aguas internancionales en el Mar del Sur de China, que de manera ilegal China reivindica como aguas territoriales.
Es llamativa la película porque indica una preparación psicológica a la población de que sus fuerzas armadas podrían comenzar a intervenir más en el extranjero para salvaguardar intereses y personal chinos, así como un posible conflicto naval militar directo con los EEUU por el asunto del derecho del mar.
Si, los malos son blancos, o sea, nosotros.