07-02-2012 09:12
Cita:Bueno, me apunto a unas partidillas al L4D2 y de paso pido ayuda para el Magicka. Esta tarde hemos estado un rato con shuriken, y aparte de mi demostrada maestría con el teclado y el ratón dignos de un coreano jugando al Starcraft 2, hemos visto que como mas gente seamos mas posibilidades hay de avanzar.
Asi que, amigos de 33bits que tengáis el Magicka, a ver si os animáis y echamos unas partidillas. El juego esta muy bien y a pesar de tener bastante ping ha funcionado casi perfecto todo el rato.
Venga, animarsus.
Esta noche me bajo mods del L4D2 y los instalo.
De puta madre, menos mal que ha entrado un tío más carismático que Snake al post para darnos su apoyo, seguro que a partir de ahora nos revolcaremos entre chochos.
Cita:Estaría bien que descargaras Death aboard 2, llevamos chorrocientos intentos y no hay manera, y lo más preocupante de todo es que estamos en modo Normal.
Apoyo la moción. Pero, eh, hay que decir que llegamos a la última fase en dificultad avanzada y solo ayer lo pusimos en normal a ver si caía.
Y, estimados foreros, paso a relatar a continuación lo que nos pasó:
En lo alto de un faro, en pleno éxtasis zombicida, mi compañero Vexp, Xpolio, un bot y yo nos defendíamos con uñas y dientes de las huestes incesantes sedientas de carne humana.
Iban sucumbiendo producto de mi elevadísima tasa de tiro a la cabeza con el sniper y a los pálidos disparos de mis compañeros de equipo, parecía que ésta batalla sería la definitiva, alzándonos victoriosos sobre toneladas de sangre, huesos y lágrimas.
La música empezó a escupir unos acordes que solo sus vibraciones producen pánico y ganas de cagarse en los pantalones. Sí amigos, se aproximaba un Tank. Teníamos la estrategia. Teníamos los medios. Teníamos valor. Teníamos cócteles molotov. Nada podía fallar.
Aquella criatura apareció berreando cual aberroncho, poniendo nuestra dulce calma patas arriba, lanzando pedruscos de tamaños y peso inusitados. El cóctel cumplió su cometido y, tras una ráfaga de balas para ayudar a extinguir su fuego, nos lanzamos como Hooligans con nuestras palanquetas y bates de baseball a por él. Todo parecía decir que le íbamos a dejar baldado.
Pero oh, queridos lectores, baldados quedamos nosotros. En un estruendo y una sacudida bestial del piso, el Tank se tornó de color verde, parece que le dió poderes supra-superhumanos. Cada ostia que daba al suelo impedía que pudiéramos levantarnos. Cada grito hacía rechinar nuestros dientes. Acabó con todos nosotros tras haberle metido 50 kilos de plomo, soportar el fuego purificador y golpes de objetos romos, cortantes y contundentes, dejando tras de sí caras de "what the fuck" y "lolwhat".
Os juro que ha sido la experiencia más extraña en L4D que he tenido O____o
Bienvenidos al podcast de la Pócima Roja, la que te foca, la que te parte la cara.