22-05-2017 12:48
(22-05-2017 01:57)Ricardo escribió:Yo normalmente miro la política desde lejos. Soy de los que dicen que todos los políticos están igual de corruptos y que los detalles de sus historias diarias no me interesan mucho. Pero el tema político empezó a inquietarme aquí en el Reino Unido cuando salió el Brexit. Fue un poco como la elección de Donald Trump: todo el mundo se burlaba, dando la sensación de que era imposible que saliera una cosa así... y luego salió. Aún a día de hoy sige sorprendiéndome cómo un país civilizado puede tirar su futuro por la borda de esta manera.
Completamente de acuerdo. La ley de hierro de la oligarquía describe de facto los mecanismos que generan y perpetúan la corrupción en cualquier organización que tenga cuota de poder, y esto es un fenómeno innegable históricamente. Por eso todos los políticos me parecen espeluznantes, y las pocas veces que voto, voto al que menos cosas grandilocuentes promete por si acaso le da por llevarlas a cabo .
Te doy una interpretación posible a estos suicidios democráticos que estamos viviendo. Creo firmemente que nuestras sociedades han alcanzado un bienestar tal, que una parte significativa de la población—sea por falta de imaginación o por poca perspectiva histórica—, no es consciente de todos los sacrificios y el esfuerzo continuado que ha hecho falta para alcanzar ese bienestar. Les oyes hablar y lo dan todo por sentado, como si la riqueza existiera en la naturaleza y solo hubiera que repartirla, como si los derechos y libertades humanas estuvieran escritas en nuestro ADN y no hubiera que protegerlas. Al contrario: para ellos todo va fatal, y como no puede ir peor, concluyen lógicamente que cualquier cambio es por lo tanto a mejor. Y esto es común tanto al populismo de derechas como al de izquierdas. Solo cambian de chivo expiatorio.
Eso genera una sensación de invulnerabilidad, infalibilidad, y una cierta tendencia a creerse moralmente superiores a otros paises que no han tenido tanta suerte, o a otras personas que piensan diferente. Y ahí es donde surge en gran parte la intolerancia y los mensajes simplistas. Al fin y al cabo, psicológicamente la certeza absoluta es más atractiva que las dudas constantes, somos seres con una cierta tendencia a creer en algo.
También creo que entre los más jovenes hay un cierto factor de simple y llano aburrimiento. Antiguamente había guerras cada 10-20 años que permitían dar rienda suelta al ardor guerrero de los más arrojados e inconscientes . Hoy en día la guerra es psicológica y se hace en twitter desde casa de los papis. Es normal que sientan que su existencia no tiene sentido al vivir en un mundo previsible y convergente que no les reconoce como individuos. Y de ahí quizá un cierto factor de historicidad: de querer presenciar grandes acontecimientos históricos y a ser posible, de protagonizarlos.
Quizá lo estoy overthinkeando, pero lo veo bastante claro.
Un Saludo