04-05-2016 09:33
A pesar de la interminable avalancha de proyectos indie, hay géneros en los que los pequeños creadores parecen tener más reservas a la hora de meterse a aportar su granito de arena. La lucha es uno de esos, y aunque seguro que los entendidos me sacáis una buena ristra de ejemplos que dicen lo contrario, la proporción respecto al plataformeo o el RPG es marginal. Por eso juegos como Lastfight merecen que se les eche un vistazo, sobre todo si en lo visual saben hacerse notar de esta manera.
Por lo visto Lastfight lleva mostrándose desde el año pasado y tiene un buen montón de teasers que dan una idea bastante clara de lo que se encuentra uno a los mandos: peleas muy coloridas y un ritmo que recuerda remotamente a cosas como el clásico PowerStone de Dreamcast o algún Smash Bros. Al parecer los personajes y escenarios están inspirados en un tebeo francés titulado Last Man, obra de Bastien Viv├¿s, Yves ÔÇ£BalakÔÇØ Bigerel y Micha├½l Sanlaville, que mezcla conceptos culturales de la tradición pop japonesa y occidental.
El asunto tiene un aspecto brioso aunque algo caótico, y aunque ofrece modo historia, 1vs1, 2vs2, cuatro tipos de transformaciones, ocho escenarios, diez personajes y un buen montón de power-ups a consumir en sus niveles, hay algo que no acaba de encajar del todo en la propuesta. Las primeras impresiones de quienes lo han probado también hablan de ese "yo sé qué que qué sé yo" durante sus partidas, que los locos artificios visuales del primer vistazo acaban estorbando a la hora de entender qué demonios está sucediendo. En cualquier caso, dentro de poco podremos comprobarlo por nosotros mismos.
Lastfight llega el 19 de mayo a Steam (no debería tardar mucho en hacerlo también a PS4 y Xbox One) con la etiqueta de 15 euros.
Fuente