25-10-2015 19:09
Resumo rápidamente lo fácil:
He derrotado a la mujer escorpión del Bosque Sombrío, y eso que me he tragado todos sus ataques, incluyendo el de los aguijones que envenena. Estuve rápido para curarme y pude acabar con ella al primer intento.
En el Pico Terrenal he hecho un poco el gilipollas con la boss del veneno y claro, he muerto varias veces. Luego he recordado tu comentario de la antorcha y me he pateado desde el principio la zona, hasta encontrar unos mensajes cerca del molino que me mencionaban el uso de la antorcha. Con esto, como es lógico, el combate se ha decantado rápidamente a mi favor.
Ahora tenía dos opciones: Pharros o el Torreón Sombrío, he elegido el segundo y aquí ha empezado mi pesadilla...
El Demonio de la Fundición. Ni El Perseguidor, ni siquiera las Gárgolas del primer Dark Souls me han dado tantos problemas como este tío. De hecho aún no he podido matarlo y ni sé cuantos intentos llevo, pero los enemigos de antes de llegar a él ya han desaparecido.
He mejorado hasta +6 la Zweihander y llevo un anillo de resistencia al fuego, pero nada, en cuanto prende su espada estoy jodido. Sus patrones de ataque me vuelven loco: a veces usa un combo de dos, otras de tres, a veces al caer con la espada hace la onda expansiva y otras veces no, a veces lo puedo esquivar bien rodeándolo y otras veces no. Saca la espada de fuego cuando le viene en gana, a veces cuando le he quitado la mitad de vida y otras veces antes. Me tiene loco el cabronazo
He derrotado a la mujer escorpión del Bosque Sombrío, y eso que me he tragado todos sus ataques, incluyendo el de los aguijones que envenena. Estuve rápido para curarme y pude acabar con ella al primer intento.
En el Pico Terrenal he hecho un poco el gilipollas con la boss del veneno y claro, he muerto varias veces. Luego he recordado tu comentario de la antorcha y me he pateado desde el principio la zona, hasta encontrar unos mensajes cerca del molino que me mencionaban el uso de la antorcha. Con esto, como es lógico, el combate se ha decantado rápidamente a mi favor.
Ahora tenía dos opciones: Pharros o el Torreón Sombrío, he elegido el segundo y aquí ha empezado mi pesadilla...
El Demonio de la Fundición. Ni El Perseguidor, ni siquiera las Gárgolas del primer Dark Souls me han dado tantos problemas como este tío. De hecho aún no he podido matarlo y ni sé cuantos intentos llevo, pero los enemigos de antes de llegar a él ya han desaparecido.
He mejorado hasta +6 la Zweihander y llevo un anillo de resistencia al fuego, pero nada, en cuanto prende su espada estoy jodido. Sus patrones de ataque me vuelven loco: a veces usa un combo de dos, otras de tres, a veces al caer con la espada hace la onda expansiva y otras veces no, a veces lo puedo esquivar bien rodeándolo y otras veces no. Saca la espada de fuego cuando le viene en gana, a veces cuando le he quitado la mitad de vida y otras veces antes. Me tiene loco el cabronazo