15-06-2015 20:46
Pues si te digo la verdad, no juego al Demon's Souls por su combate, que me parece interesante por el reto, y bastante completo, sino por su dirección artística, la sensación de incertidumbre tan mórbida y el diseño de niveles, que es de un cálculo y precisión que a mí personalmente me enverga, ya que suelo prestar mucho atención a este tipo de cosillas.
Cuando juego Demon's Souls siento que estoy ante una idea clásica brillantemente ejecutada, con una cosmogonía perturbadora y única y una dificultad mitificada, que yo considero perfecta y nada frustrante a poco que entiendas que eres un MIERDAS siempre.
Y eso es espectacular. Que un juego me produzca mono de seguir jugando, con todo lo que he jugado en mi puta vida de enfermo, es síntoma de que estoy ante una cosa que, pese a sus fallos (que yo no los veo tales) roza la perfección en lo que pretende.
No por nada ha constituido literalmente un nuevo género (por así decirlo, aunque emplee mecánicas ya vistas).
El sense of wonder y el contarte una historia sin contártela, es de un magistral al alcance sólo de cosas como Silent Hill 2.
Cuando juego Demon's Souls siento que estoy ante una idea clásica brillantemente ejecutada, con una cosmogonía perturbadora y única y una dificultad mitificada, que yo considero perfecta y nada frustrante a poco que entiendas que eres un MIERDAS siempre.
Y eso es espectacular. Que un juego me produzca mono de seguir jugando, con todo lo que he jugado en mi puta vida de enfermo, es síntoma de que estoy ante una cosa que, pese a sus fallos (que yo no los veo tales) roza la perfección en lo que pretende.
No por nada ha constituido literalmente un nuevo género (por así decirlo, aunque emplee mecánicas ya vistas).
El sense of wonder y el contarte una historia sin contártela, es de un magistral al alcance sólo de cosas como Silent Hill 2.