22-06-2012 14:02
Ese es el problema, que si no eres seguidor de la serie no puedes pretender que tu opinión de que es una serie que se toma demasiado en serio a sí misma sea -toma ya redundancia-seria. Te podría enumerar cientos de series que se toman demasiado en serio a sí mismas, no sé cuál es el problema en ello, se supone que estás viendo ficción.
De hecho he usado mal la palabra verosimilitud desde el primer momento. La verosimilitud es el objetivo de cualquier obra, ya sea una película o un libro. No importa que sea realista siempre y cuando sea verosímil, pues la ficción es ficción. Aunque estés leyendo una novela histórica de estas best sellers que tanto gustan ahora (horror) no hay quie olvidar nunca de que por muy documentado que esté el autor estás leyendo ficción, no a un historiador. Y a tenor de lo larga que ha sido esta serie, yo diría que han logrado ser muy verosímiles para aguantar tanto con tantísima patraña médica. Pero repito, nunca fue lo más importante, por eso me parece absurdo que nos estemos centrando en ese aspecto de la serie y no en el de la relación entre los personajes y los personajes mismos y sus motivaciones. Sí, estamos de acuerdo en eso.
Y afortunadamente el absurdo no debe tener límite nunca. Dios bendiga al esperpento de Valle-Inclán, al humor de Mihura y al absurdo de Samuel Beckett y sus coetáneos.
Saludos.
De hecho he usado mal la palabra verosimilitud desde el primer momento. La verosimilitud es el objetivo de cualquier obra, ya sea una película o un libro. No importa que sea realista siempre y cuando sea verosímil, pues la ficción es ficción. Aunque estés leyendo una novela histórica de estas best sellers que tanto gustan ahora (horror) no hay quie olvidar nunca de que por muy documentado que esté el autor estás leyendo ficción, no a un historiador. Y a tenor de lo larga que ha sido esta serie, yo diría que han logrado ser muy verosímiles para aguantar tanto con tantísima patraña médica. Pero repito, nunca fue lo más importante, por eso me parece absurdo que nos estemos centrando en ese aspecto de la serie y no en el de la relación entre los personajes y los personajes mismos y sus motivaciones. Sí, estamos de acuerdo en eso.
Y afortunadamente el absurdo no debe tener límite nunca. Dios bendiga al esperpento de Valle-Inclán, al humor de Mihura y al absurdo de Samuel Beckett y sus coetáneos.
Saludos.