01-01-2015 20:05
Me he pasado el día durmiendo o agonizando en la cama, hasta las 4 de la tarde. Ayer no salí, pero bebí en casa, y acabé muy mal. La anécdota del día ha sido que mi perro, un pastor alemán de año y medio que tiene mucha energía y siempre me despierta para que lo saque o juegue con él, se ha pasado todo el tiempo tumbado en la cama junto a mí, sin moverse. Creo que intuía que me quedaba poco para estirar la pata.