Día poco productivo, pero...
Spoiler :
Para empezar derroté al Viejo Rey de Hierro tras muchos intentos, y bueno, almas de los 4 Jefes Primigenios en mi poder. Visité cada una de las puertas que había visto, pero ninguna me dejó pasar. Lo que hice fue explorar cada zona que había descubierto en busca de otras, y peinando terrenos que pasé con prisas, encontré muchos objetos interesante y necesarios.
Me costó hallar el camino bueno, tras muchas vueltas y recorriendo los mismos caminos, pero ha merecido la pena. El camino al Castillo de Drangleic es sencillamente sobrecogedor. 'Ahora empieza el combate de verdad'. Se me han puesto los pelos de punta. Los enemigos son muy, muy, muy duros. Esto es otro nivel. He encontrado la hoguera tras limpiar y explorar la zona, y enterarme un poco de lo ocurrido (La historia que narra el Canciller es brutal), y he continuado hasta una sala con varios soldados de piedra y muchas puertas. Al acercarme a uno de ellos, han cobrado vida, y me han atacado, pero son relativamente débiles. Al morir, los golems absorven sus almas y se activan, abriendo las puertas... De las que salen Centinelas de Ruinas. Poderosos enemigos, y muy duros. Ha sido un mal trago, pero me los he cargado a todos, y he seguido. He llegado a una habitación con máscaras que disparaban flechas de veneno, y más allá, tres caballeros con escudo y espada que caían fácil. Luego he hablado con la Reina de Drangleic, que por lo visto, quiere que me cargue a su Rey, pues con un solo gobernante basta. Antes de llegar a esta zona, fui invadido por un NPC (Usurpador sin nombre) que sale en algún vídeo promocional, creo. Lo he derrotado sin mayores problemas. Y tras la charla con su Majestad, fui a la niebla, y qué sorpresa, dos Jinetes de Dragón. Esta vez, con arco. Complicado controlar el combate por el ataque por dos frentes, pero una vez en el suelo, con hacer polvo al arquero, el combate está tirado. Jefe asequible, aunque algo exigente.
He continuado, y he llegado a otra hoguera, donde me he encontrado al caballero del Espadón de Luz de Luna que ha fardado de arma y poco más. Luego se ha ido. He elegido un camino, viendo un ascensor de por medio, y al acceder a una sala y activar al golem, lo ha puesto a funcionar. Luego accedí a otra sala con arqueros, mastodontes y caballeros, bastante dura. Lo que me mató fue un cofre trampa.┬á
Luego reinicié, y cogí el ascensor. Hallé una llave, y una prisionera en una celda cuya llave no tenía. He bajado, y he abierto la puerta. El camino hacia el Jefe es... I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E. Me encanta la puesta en escena. Tras despachar a todos los enemigos, atravesé la niebla, y Caballero del Espejo. Lo suponía por la llubia y la tormenta. Es fuerte, la verdad. Me ha matado y aquí lo he dejado.
Si tuviera que comparar este nivel con alguno de Dark Souls, sin duda, Anor Londo. El punto de partida de lo que de verdad es un Souls, el meridiano del juego. A nivel artístico, no me importaría poner el Castillo de Drangleic por encima, aunque están a la par. Solo puedo aplaudir por el diseño de esta zona, por la historia que nos lleva hasta aquí, los enemigos... Me encanta.
Soy nivel 104, llevo 42 horas, y el Espadón a +7 que reparte que da gusto.
Me costó hallar el camino bueno, tras muchas vueltas y recorriendo los mismos caminos, pero ha merecido la pena. El camino al Castillo de Drangleic es sencillamente sobrecogedor. 'Ahora empieza el combate de verdad'. Se me han puesto los pelos de punta. Los enemigos son muy, muy, muy duros. Esto es otro nivel. He encontrado la hoguera tras limpiar y explorar la zona, y enterarme un poco de lo ocurrido (La historia que narra el Canciller es brutal), y he continuado hasta una sala con varios soldados de piedra y muchas puertas. Al acercarme a uno de ellos, han cobrado vida, y me han atacado, pero son relativamente débiles. Al morir, los golems absorven sus almas y se activan, abriendo las puertas... De las que salen Centinelas de Ruinas. Poderosos enemigos, y muy duros. Ha sido un mal trago, pero me los he cargado a todos, y he seguido. He llegado a una habitación con máscaras que disparaban flechas de veneno, y más allá, tres caballeros con escudo y espada que caían fácil. Luego he hablado con la Reina de Drangleic, que por lo visto, quiere que me cargue a su Rey, pues con un solo gobernante basta. Antes de llegar a esta zona, fui invadido por un NPC (Usurpador sin nombre) que sale en algún vídeo promocional, creo. Lo he derrotado sin mayores problemas. Y tras la charla con su Majestad, fui a la niebla, y qué sorpresa, dos Jinetes de Dragón. Esta vez, con arco. Complicado controlar el combate por el ataque por dos frentes, pero una vez en el suelo, con hacer polvo al arquero, el combate está tirado. Jefe asequible, aunque algo exigente.
He continuado, y he llegado a otra hoguera, donde me he encontrado al caballero del Espadón de Luz de Luna que ha fardado de arma y poco más. Luego se ha ido. He elegido un camino, viendo un ascensor de por medio, y al acceder a una sala y activar al golem, lo ha puesto a funcionar. Luego accedí a otra sala con arqueros, mastodontes y caballeros, bastante dura. Lo que me mató fue un cofre trampa.┬á
Luego reinicié, y cogí el ascensor. Hallé una llave, y una prisionera en una celda cuya llave no tenía. He bajado, y he abierto la puerta. El camino hacia el Jefe es... I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E. Me encanta la puesta en escena. Tras despachar a todos los enemigos, atravesé la niebla, y Caballero del Espejo. Lo suponía por la llubia y la tormenta. Es fuerte, la verdad. Me ha matado y aquí lo he dejado.Si tuviera que comparar este nivel con alguno de Dark Souls, sin duda, Anor Londo. El punto de partida de lo que de verdad es un Souls, el meridiano del juego. A nivel artístico, no me importaría poner el Castillo de Drangleic por encima, aunque están a la par. Solo puedo aplaudir por el diseño de esta zona, por la historia que nos lleva hasta aquí, los enemigos... Me encanta.
Soy nivel 104, llevo 42 horas, y el Espadón a +7 que reparte que da gusto.
![[Imagen: QXiqbuC.gif]](http://i.imgur.com/QXiqbuC.gif)