23-03-2012 02:07
El primero me pareció demasiado repetitivo, no pude con él y terminé largándolo. Al principio me hacía gracia eso de agarrar a un fulano en mitad de la calle, salir corriendo, saltar por las paredes (mientras el pelele era eso, un pelele con físicas de muñeco de trapo), llegar a una azotea y ¡zasca! adiós señor transeunte. Cuando repetí esto mil y una veces y comprobé lo repetitivas que se me hacían las actividades, lo abandoné. Me llama cero esta segunda entrega.