28-07-2013 18:05
Caballeros, acabo de pasarme Dark Souls.
Hace cosa de media hora, derroté a Manus tras dos días de darme bastante cera. Iba equipado con el escudo de sangre, y la armadura de anillas doradas, junto con la Espada de Rey del Cementerio, y me devastaba con ataques físicos y luego con las magias oscuras. La táctica era sencilla, intentar esquivar y parar sus ataques (Especialmente el combo que hace cuando grita y es imposible es esquivar), y hacerle pedazos cuando lo tuviera cerca. El problema es que la armadura de anillas me hace muy ágil, pero débil a los potentes golpes de Manus, no hablemos ya sin me lanzaba magias oscuras. Aún así, la mayoría de intentos los hice portando esta armadura, hasta que decidí probar con la que llevo siempre, la armadura de gigante, y poniendome el maltrecho escudo que Artorias usó para proteger a Sif (También le rescaté, vaya camino más enrevesado de descubrir). El cambio fue brutal. Podía ponerme cerca de él y atacarme como si nada que salvo que me hiciera el combo, no me quitaba nada preocupante. Y finalmente cayó. Como enemigo final, está muy, muy a la altura. Apareció Anochecer de Oolacile y poco conmocionada, creo que al rescaté, y digo creo porque al hablar con ella solo balbuceaba y se quejaba, así que dudo que hubiera que hacer nada más salvo salir de ese nido de oscuridad. Hablé con la seta, y me agradeció todo lo que había hecho y tal. Mi próximo objetivo sería el Jefe final, Gwyn.
Antes de hacerlo, aproveché para darle a Kaathe 30 humanidades para que me diera el set de Espectro Oscuro que estéticamente es una pasada. Luego sí me dirigí al Altar para poner las Almas de los Señores, y que se abriera el Horno de la Llama Original. He de decir que me esperaba un nivel final algo más largo, con más enemigos, y un camino arduo. Sobra decir que no es así. Varios Caballeros Negros (Pocos), el set de Caballero Negro, y nada más, que yo supiera. Quería hacer todo lo que me había dejado atrás (Objetos, hechicos, milagros, algún otro pacto, mejorar armas, etc.) pero no pude resistirme, puesto que la niebla estaba justo delante de mi. Y la atravesé. Allí estaba Gwyn, en el centro del escenario, y nada más entrar, nada de escena introductorio para amedrentar al jugador; se lanza a por mi. Leyendo testimonios de otros jugadores, decían que Gwyn era un Jefe muy sencillo y que no da muchos problemas, pero he de decir que a nivel 92, que es el que me encuentro ahora, me daba bastante cera si conseguía alcanzarme. A base de contraataques, y con la melancolía llenándome pensando en que ese es el final de tan magnífico juego, sumado a la banda sonora, le di muerte. Dudé entre el final 'bueno', y el final 'malo', que realmente hacer esta distinción es absurdo, y me decidí por el que yo considero 'malo', pero que más se acerca a la verdad: Iniciar una nueva era de Oscuridad. Y la escena es muy, muy épica, aunque algo corta para ser lo que es.
En fin. Solo puedo arrodillarme ante este pedazo de juego que tanto me ha hecho sufrir, pero que tantísimo me ha entretenido tras casi 100 horas de juego en las cuales he derrotado a todos los Jefes, conseguido la mayor parte de armas, objetos, hechizos, milagros, y buena parte de los trofeos. Ahora empieza de verdad Dark Souls. 8)
P.D. Cuando lleguemos a la página 49-50, le he pedido a Rivera que me ceda el honor de abrir un nuevo volumen. Se lo he pedido porque tengo pensado currarme una guía (Guía para DS, sí┬á
) y un poco lo que viene siendo la historia del juego, que está escondida, muy escondida, pero que bajo mi punto de vista es apasionante. Si alguien tiene algo que objetar, que no se corte.
Hace cosa de media hora, derroté a Manus tras dos días de darme bastante cera. Iba equipado con el escudo de sangre, y la armadura de anillas doradas, junto con la Espada de Rey del Cementerio, y me devastaba con ataques físicos y luego con las magias oscuras. La táctica era sencilla, intentar esquivar y parar sus ataques (Especialmente el combo que hace cuando grita y es imposible es esquivar), y hacerle pedazos cuando lo tuviera cerca. El problema es que la armadura de anillas me hace muy ágil, pero débil a los potentes golpes de Manus, no hablemos ya sin me lanzaba magias oscuras. Aún así, la mayoría de intentos los hice portando esta armadura, hasta que decidí probar con la que llevo siempre, la armadura de gigante, y poniendome el maltrecho escudo que Artorias usó para proteger a Sif (También le rescaté, vaya camino más enrevesado de descubrir). El cambio fue brutal. Podía ponerme cerca de él y atacarme como si nada que salvo que me hiciera el combo, no me quitaba nada preocupante. Y finalmente cayó. Como enemigo final, está muy, muy a la altura. Apareció Anochecer de Oolacile y poco conmocionada, creo que al rescaté, y digo creo porque al hablar con ella solo balbuceaba y se quejaba, así que dudo que hubiera que hacer nada más salvo salir de ese nido de oscuridad. Hablé con la seta, y me agradeció todo lo que había hecho y tal. Mi próximo objetivo sería el Jefe final, Gwyn.
Antes de hacerlo, aproveché para darle a Kaathe 30 humanidades para que me diera el set de Espectro Oscuro que estéticamente es una pasada. Luego sí me dirigí al Altar para poner las Almas de los Señores, y que se abriera el Horno de la Llama Original. He de decir que me esperaba un nivel final algo más largo, con más enemigos, y un camino arduo. Sobra decir que no es así. Varios Caballeros Negros (Pocos), el set de Caballero Negro, y nada más, que yo supiera. Quería hacer todo lo que me había dejado atrás (Objetos, hechicos, milagros, algún otro pacto, mejorar armas, etc.) pero no pude resistirme, puesto que la niebla estaba justo delante de mi. Y la atravesé. Allí estaba Gwyn, en el centro del escenario, y nada más entrar, nada de escena introductorio para amedrentar al jugador; se lanza a por mi. Leyendo testimonios de otros jugadores, decían que Gwyn era un Jefe muy sencillo y que no da muchos problemas, pero he de decir que a nivel 92, que es el que me encuentro ahora, me daba bastante cera si conseguía alcanzarme. A base de contraataques, y con la melancolía llenándome pensando en que ese es el final de tan magnífico juego, sumado a la banda sonora, le di muerte. Dudé entre el final 'bueno', y el final 'malo', que realmente hacer esta distinción es absurdo, y me decidí por el que yo considero 'malo', pero que más se acerca a la verdad: Iniciar una nueva era de Oscuridad. Y la escena es muy, muy épica, aunque algo corta para ser lo que es.
En fin. Solo puedo arrodillarme ante este pedazo de juego que tanto me ha hecho sufrir, pero que tantísimo me ha entretenido tras casi 100 horas de juego en las cuales he derrotado a todos los Jefes, conseguido la mayor parte de armas, objetos, hechizos, milagros, y buena parte de los trofeos. Ahora empieza de verdad Dark Souls. 8)
P.D. Cuando lleguemos a la página 49-50, le he pedido a Rivera que me ceda el honor de abrir un nuevo volumen. Se lo he pedido porque tengo pensado currarme una guía (Guía para DS, sí┬á
) y un poco lo que viene siendo la historia del juego, que está escondida, muy escondida, pero que bajo mi punto de vista es apasionante. Si alguien tiene algo que objetar, que no se corte.
![[Imagen: QXiqbuC.gif]](http://i.imgur.com/QXiqbuC.gif)