26-07-2013 22:02
Esta semana la hemos cerrado con un artículo que a mí me ha impresionado:
Las pesadillas interminables del creador de Retro/Grade
[justify]En el mundo del videojuego hay muchos éxitos y fracasos. Normalmente se cuentan los éxitos. Hoy toca una pesadilla.
┬á ┬á No funcionó muy bien, de hecho su rendimiento fue bastante pobre. Los análisis fueron buenos, pero las ventas fueron mucho, mucho, más bajas de lo que había esperado en el peor escenario. Nunca soñé que pudiera hacerlo tan mal. Esperaba que me permitiese seguir y empezar otro proyecto.
Así lo describe Matt Gilgenbach el creador de Retro/Grade. Un matamarcianos de acción lateral jugado marcha atrás. Donde la nave del jugador ha de coger las balas que ya ha disparado. Un trabajo de ocho horas al día, siete días a la semana, durante cuatro años. Un trabajo que se cobró┬á un peaje en su salud mental y su matrimonio. Un trabajo que le costó sus ahorros y los de su familia. Un trabajo que también le costó su compañero en 24 Caret Games. ¿Qué podría hacer después de algo así?[/justify]
Las pesadillas interminables del creador de Retro/Grade
[justify]En el mundo del videojuego hay muchos éxitos y fracasos. Normalmente se cuentan los éxitos. Hoy toca una pesadilla.
┬á ┬á No funcionó muy bien, de hecho su rendimiento fue bastante pobre. Los análisis fueron buenos, pero las ventas fueron mucho, mucho, más bajas de lo que había esperado en el peor escenario. Nunca soñé que pudiera hacerlo tan mal. Esperaba que me permitiese seguir y empezar otro proyecto.
Así lo describe Matt Gilgenbach el creador de Retro/Grade. Un matamarcianos de acción lateral jugado marcha atrás. Donde la nave del jugador ha de coger las balas que ya ha disparado. Un trabajo de ocho horas al día, siete días a la semana, durante cuatro años. Un trabajo que se cobró┬á un peaje en su salud mental y su matrimonio. Un trabajo que le costó sus ahorros y los de su familia. Un trabajo que también le costó su compañero en 24 Caret Games. ¿Qué podría hacer después de algo así?[/justify]