21-01-2013 16:33
Yo he trabajado de psicólogo en una residencia de ancianos. Las primeras semanas o meses fueron durillos, sobre todo cuando venían familiares a visitar a un anciano con alzheimer o demencia avanzada. Porque claro, estabas al principio con los dos y el anciano la mayoría de las veces no se acordaba del familiar o le confundía con otro, y la persona que había ido a visitarle muchas veces no lo soportaba y se echaba a llorar a moco tendido, como es normal. Así que al final había que hacer "terapia" con el anciano y con la familia, para que aprendieran a llevarlo lo mejor posible.
Al principio como digo, era algo duro (por eso y sobre todo porque al final veías cada historia familiar para flipar: alcoholismo, abandonos, líos familiares que te cagas...), pero con el tiempo aprendes a llevarlo y a dejarlo todo en el trabajo, al fin y al cabo, es curro, y aprendes a separar unas cosas de las otras, te insensibilizas en cierta manera porque no te queda otra y relativizas porque al fin y al cabo es ley de vida, y en una residencia de ancianos donde estaban la mayoría cascadetes pues se acaban muriendo varios al mes.
Cuesta un poco habituarse a ese tipo de curros, pero así de primeras parecen peores de lo que son. A mi al final me resultó un trabajo bastante grato, hasta me dio penilla cuando dejé de trabajar ahí.
Al principio como digo, era algo duro (por eso y sobre todo porque al final veías cada historia familiar para flipar: alcoholismo, abandonos, líos familiares que te cagas...), pero con el tiempo aprendes a llevarlo y a dejarlo todo en el trabajo, al fin y al cabo, es curro, y aprendes a separar unas cosas de las otras, te insensibilizas en cierta manera porque no te queda otra y relativizas porque al fin y al cabo es ley de vida, y en una residencia de ancianos donde estaban la mayoría cascadetes pues se acaban muriendo varios al mes.
Cuesta un poco habituarse a ese tipo de curros, pero así de primeras parecen peores de lo que son. A mi al final me resultó un trabajo bastante grato, hasta me dio penilla cuando dejé de trabajar ahí.