Tres chicas de 18 años mueren en una fiesta de Halloween en Madrid
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Cita
Cita:Dos amigas de la hermana de Katia Esteban Casielles, una las jóvenes fallecidas en la fiesta de Halloween celebrada en el Madrid Arena, han pedido a los asistentes que les envíen el resguardo de la compra de la entrada para demostrar el exceso de aforo. Han establecido para ello un correo electrónico: 'tec_01@hotmail.com'.

Sin embargo, muchos de los asistentes ni cuentan con el resguardo ni con la entrada. Es el caso de Ana F, una lectora de ELMUNDO.es. "En este tipo de eventos, tras pasar la entrada por el lector de código de barras, cortan una parte y te entregan la entrada. En este caso no nos la devolvieron, con lo cual muchos de nosotros no tenemos forma de demostrar que hemos asistido a dicha fiesta". "En vez de rompernos un poco la entrada y devolvérnosla, nos la quitaron. Ahora no tenemos cómo demostrar cuántas personas estuvimos allí", sostiene J.L.

Otro lector de ELMUNDO.es, I.G.N., apunta que "desde antes de que empezara el concierto ya se rumoreaba que se habían vendido entradas de más. Me pidieron la entrada, le hicieron un corte y cuando la pedí para guardármela como recuerdo, no me la dieron. Dijeron que no podían devolver la entrada".

El testimonio de Juan Rodríguez también va a en esa línea: "Lo que más me sorprendió es que al recogernos las entradas las iban metiendo a una bolsa negra de basura, en vez de guardarlas en una caja o pasar un láser por el código de barras. El que diga que allí había menos de 15.000 personas miente, porque yo me caí al suelo junto con amigos más de 6 veces de los constantes empujones que había en la pista central, y tuve incluso que empujar yo para que no aplastasen a gente que estaba en el suelo".

Carlos Duque es de similar opinión: "Al entrar al recinto nos pidieron la entrada [...] El personal nos la cogió y se la quedó, sin tomar ningún tipo de registro de nuestra entrada. Esto me parece un claro caso de duplicación de entradas por parte de la misma empresa".

En su testimonio, Ana MF también recalca esta idea. "Nada más subir al Metro nos dimos cuenta de cómo iba a ser esa fiesta, todos los vagones colapsados, tuvimos que esperar dos trenes ya que algunos ni abrían sus puertas porque no cabía más gente. Una vez allí estaba el botellón, alrededor del Metro y en las proximidades de la entrada a la fiesta. Para entrar había que pasar dos controles. Un primero destinado a registrar a la gente, en el que se limitaban a estar en la puerta sin hacer nada, no sabían siquiera si la gente que estaba entrando por esa puerta tenía entrada. Y un segundo en el que, en teoría, pedían la documentación y la entrada, aunque aquí sólo pedían la entrada".

"Corroboro lo que dicen muchas personas de que el código de barras de la entrada se lo miraban a quien les daba la gana", sostiene Alejandro L.A., otro lector que ha enviado sus palabras.

"Cuando llegabas a la altura de las personas de seguridad, te cogían la entrada o el papel, se lo quedaban y no hacían comprobación alguna. De ahí que mucha gente que accedió a la vez que nosotros se jactara de haber fotocopiado el justificante de alguien y haber entrado gratis. De ahí que se disparara el número de personas dentro del local, sin control ninguno", concluye Luis García-Mon, otro de los usuarios de ELMUNDO.es.

"En mi opinión vendieron más entradas de la que se tenían que haber vendido [...] Yo las compré dos días antes cuando en teoría llevaban agotadas una semana", explica Alejandra de Cruz.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/02...78428.html


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Re:Tres chicas de 18 años mueren en una fiesta de Halloween en Madrid - por Artorias - 03-11-2012 12:39

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