08-10-2012 12:32
Del análisis:
En una generación que ha malacostumbrado a los usuarios con juegos que prácticamente te llevan de la mano, Arkane opta por algo radicalmente diferente: mantenerse en un silencioso segundo plano dejando que sea el jugador el que descubra las posibilidades como premio a la experimentación con los poderes y las armas y a la imaginación a la hora de planificar y resolver las diferentes encrucijadas que encuentra en su camino.
SOLDAZO.
Xiphias, ésto es lo que comentan sobre los escenarios y niveles:
Aunque no tiene el formato propio de un sandbox, el juego de Arkane sí te presenta unos escenarios generosamente amplios y deja a tu entera elección cómo moverte por ellos para cumplir los objetivos marcados. No es algo nuevo porque, sin ir más lejos, ya lo vimos hace un año en Deus Ex: Human Revolution, pero donde allí había unos caminos muy obvios (¿no os parecía demasiado perfecta la localización de cajas y conductos de ventilación?) aquí nos vemos totalmente desligados de cualquier atadura o guía impuesta por los diseñadores de niveles. Es interesante, además, que las misiones secundarias (totalmente opcionales) se integren de forma directa en los objetivos primarios, añadiendo todavía más componentes a tener en cuenta dentro de unos niveles largos con multitud de posibles ramificaciones. Algunos de los mejores momentos de Dishonored - como la cruel tortura sado en el Golden Cat o el duelo a muerte en los jardines de la mansión Boyle - son, de hecho, acciones secundarias que pueden pasar desapercibidas en la primera partida.
En una generación que ha malacostumbrado a los usuarios con juegos que prácticamente te llevan de la mano, Arkane opta por algo radicalmente diferente: mantenerse en un silencioso segundo plano dejando que sea el jugador el que descubra las posibilidades como premio a la experimentación con los poderes y las armas y a la imaginación a la hora de planificar y resolver las diferentes encrucijadas que encuentra en su camino.
SOLDAZO.
Xiphias, ésto es lo que comentan sobre los escenarios y niveles:
Aunque no tiene el formato propio de un sandbox, el juego de Arkane sí te presenta unos escenarios generosamente amplios y deja a tu entera elección cómo moverte por ellos para cumplir los objetivos marcados. No es algo nuevo porque, sin ir más lejos, ya lo vimos hace un año en Deus Ex: Human Revolution, pero donde allí había unos caminos muy obvios (¿no os parecía demasiado perfecta la localización de cajas y conductos de ventilación?) aquí nos vemos totalmente desligados de cualquier atadura o guía impuesta por los diseñadores de niveles. Es interesante, además, que las misiones secundarias (totalmente opcionales) se integren de forma directa en los objetivos primarios, añadiendo todavía más componentes a tener en cuenta dentro de unos niveles largos con multitud de posibles ramificaciones. Algunos de los mejores momentos de Dishonored - como la cruel tortura sado en el Golden Cat o el duelo a muerte en los jardines de la mansión Boyle - son, de hecho, acciones secundarias que pueden pasar desapercibidas en la primera partida.