20-11-2017 22:35
Es curioso, yo mundo de tinieblas lo conozco más por las obras asociadas al mismo (libros y los videojuegos) que por jugar a los juegos de rol (algunas partidillas al vampiro), y me molaba mucho, pero también me parecía cargado de narices, que al final el humano corriente que va a currar y no se mete con nadie da la impresión de ser una rara avis entre tantas facciones, criaturas e historias. Al final creo que pasó como en las pelis de underworld, porque los lupinos decían que los vampiros eran malos porque tenían algo demoníaco, el ¿Wimp? Y eso dejaba a los chuchos como luchadores de la libertad o algo.
Pues en casa de mi madre tengo libro y expansiones de Stormbringer, y aquí si he echado horas y más horas. En principios, el sistema de clases y nacionalidades (donde no eliges y es fruto del dado) y su sistema de magias - alejado de los arquetipos habituales del mago que lanza bolas de fuego o el báculo con rayos -, lo hacían más áspero frente a otras cosas más clásicas, pero se terminaban revelando como un juego muy particular y curioso. Aquí en España nos llegaron las reglas corregidas tras varias ediciones en inglés, haciendo que la invocación de demonios fuera más compleja y menos chetada. Pues fruto de eso, tengo expansiones pensadas para esas primeras ediciones, que son chungas, chungas, pero chungas, aunque nada que un buen DJ no pueda retocar para hacerlo más asequible y disfrutar de esas aventuras, que por cierto, me gustaba mucho como se añadía un cojón de trasfondo nuevo al lore general creado por Moorcok. Me emocioné mucho cuando en una de las expansiones tienes que recuperar un objeto de la Emperatriz Verde, una antigua monarca de Melniboné, verde efectivamente, que sale nada menos que en el cómic donde Conan y Elric cruzando sus caminos.
(Ultima edición: 20-11-2017 22:37 por Rosstheboss.)
Pues en casa de mi madre tengo libro y expansiones de Stormbringer, y aquí si he echado horas y más horas. En principios, el sistema de clases y nacionalidades (donde no eliges y es fruto del dado) y su sistema de magias - alejado de los arquetipos habituales del mago que lanza bolas de fuego o el báculo con rayos -, lo hacían más áspero frente a otras cosas más clásicas, pero se terminaban revelando como un juego muy particular y curioso. Aquí en España nos llegaron las reglas corregidas tras varias ediciones en inglés, haciendo que la invocación de demonios fuera más compleja y menos chetada. Pues fruto de eso, tengo expansiones pensadas para esas primeras ediciones, que son chungas, chungas, pero chungas, aunque nada que un buen DJ no pueda retocar para hacerlo más asequible y disfrutar de esas aventuras, que por cierto, me gustaba mucho como se añadía un cojón de trasfondo nuevo al lore general creado por Moorcok. Me emocioné mucho cuando en una de las expansiones tienes que recuperar un objeto de la Emperatriz Verde, una antigua monarca de Melniboné, verde efectivamente, que sale nada menos que en el cómic donde Conan y Elric cruzando sus caminos.