El profesor Bobby Silby,  ha pasado por una durísima experiencia que esperamos no le deje graves secuelas psicológicas. Tras ser detenido por agentes de la policía china en el aeropuerto de Beijing cuando se disponía simplemente a volver a su casa en Reino Unido,  fue encarcelado en una atestada celda de una prisión china. ¿El motivo? Haber criticado al país en redes sociales. Y en el país más poblado y contaminado del mundo ha pasado diez días, aislado del exterior, comiendo col hervida y expuesto a una programación televisiva compuesta por documentales de propaganda comunista y películas de Nicolas Cage.

La verdad es que habíamos oído hablar de la famosa tortura china, pero no nos imaginábamos nada tan atroz.

La noticia ha dejado en shock a los británicos. Un profesor que volvía a Inglaterra desde Filipinas fue detenido por las fuerzas de seguridad chinas tras hacer escala en Beijing. En el pasado había criticado a la República Popular de China en sus redes sociales y en su estación de radio local, pero nada hacía presagiar la cálida recepción que le iban a brindar en la tierra del oso panda, con estancia y pensión completa incluidas.

Cita:“Tenía una hora y cinco minutos para hacer el trasbordo, pero unos agentes me lo impidieron, separándome del resto de viajeros en un control de seguridad. Para mi sorpresa, parecían saberlo todo sobre mi, incluyendo el nombre de mi esposa y de mi hija de cuatro años y lo que yo había estado colgando sobre China en Facebook. ”

Encarcelado

Las cosas tomaron un giro todavía más siniestro cuando fue arrojado a una celda de 36 metros cuadrados con otros 16 detenidos y le hicieron verse la filmografía completa de Nicolas Cage.

Según declaró a The Mirror, la celda era (más que china) espartana.

Cita:“No había camas, sólo un estante junto a una pared, un aseo, en el que había que ponerse en cuclillas y una cabina de ducha básica en un extremo. Nos daban tres comidas al día, col hervida normalmente, y nos permitían dar un paseo en un patio exterior cada cada tres o cuatro días.“

Tortura china


Bien en sabido que los chinos, una de las civilizaciones milenarias en nuestro planeta, han desarrollado alguno de los métodos de tortura más refinados. En el caso de Silby y sus compañeros de talego, no se usaron cañas de bambú mojadas, ni pañuelos de seda. Optaron por el audiovisual.

Cita:“Cada mañana nos obligaban a ver películas sobre la gran y armoniosa sociedad que el Partido Comunista había creado en China. Por las tardes proyectaban películas malísimas, generalmente con Nicolas Cage en ellas. Era muy raro. “

No te metas con China… ni en Facebook

Silby cree que los chinos le eligieron para dar ejemplo de lo que puede pasarle a cualquiera que se meta con el país más poblado del mundo. De hecho, según ha relatado, los encargados de apresarlo le confesaron que estaba detenido porque no era “un amigo de China”.

Cita:“Ha habido varios caso anteriormente. Le  llaman darte “un meneo”. La idea es hacerte perder tu vuelo y fastidiarte todos los planes de viaje.”

El profesor ha recordado que  pasó sus días de cautiverio con viajeros de otros lugares del mundo, ciudadanos chinos acusados de asociación con prostitutas o que no tenían carnet de conducir.

Cita:“Había un tipo que estaba allí por no tener la licencia de soldador.“

En cuando al modo en que fue liberado, el británico ha contando que, un día simplemente le llevaron al aeropuerto y le dejaron allí. “Fue surrealista.”



Nicolas Cage como instrumento de tortura

Nicolas Cage recogió un Oscar por su actuación en 1995 en la película Leaving Las Vegas, pero en los últimos años se ha ganado una reputación (o algo) por su papel en películas más bien de serie Z.

Lo que no ha explicado el profesor es si recuerda alguno de los títulos. ¿Le pondrían  The Wicker Man (2006),  Peligro en Bangkok (2008) o el sharknadesco film cristiano Left Behind (2014)?

Al parecer, los vapores de metano producidos por dieciséis compañeros de celda alimentados con col durante diez días, le han borrado la memoria. Suerte para él.



Fuente

Podría pasarme horas chupando una perita