Un homenaje a la vida, a la lucha contra una de las enfermedades más dramáticas de nuestra sociedad actual. Si para colmo hablamos de un niño, de un hijo, a mí inevitablemente se me cuela alguna lágrima; y la imagen que encabeza la web oficial del proyecto, no hace más que potenciarla. That Dragon, Cancer es algo más que un juego experimental. Es un mensaje en una botella que dice con una nota que reza: aún hay esperanza. Por mínima que sea, la inconmensurable capacidad de amar de un padre jamás renuncia a la posibilidad de que su hijo sonría, incluso cuando se le diagnostica un cáncer terminal con un añito de vida.


Si por cualquier circunstancia trágica en algún momento habéis sobrellevado largas temporadas del hospital, es un juego que disparará todas vuestras alertas emocionales. Es un juego que te oprime el corazón. Lamentablemente, la historia es real, como tantas historias que a veces nos negamos a creer, no queremos ver u olvidamos con demasiada rapidez; y transcurrirá principalmente en la planta de oncología infantil de un hospital cualquiera. El desarrollo de That Dragon, Cancer es una labor de tiempo completo por parte de la familia Green, lo que significa que hay una inversión económica detrás, y la intención es rentabilizarla para continuar el tratamiento de Joel, que actualmente tiene cuatro años y está luchando contra su octavo tumor.

Todo esto viene de antes, de cuando Amy y Ryan Green abordaron el proyecto literario ÔÇ£HeÔÇÖs Not Dead YetÔÇØ, un libro con ilustraciones que narra las vivencias de Joel y las implicaciones de su enfermedad en el seno de la familia. Aunque esto va de Descubriendo Indies, os aliento a que le echéis un vistazo a través del siguiente link. Si bien en julio del 2013 firmaron con OUYA para que el juego se publicase en exclusiva para dicha consola de código abierto, recibiendo un dinero que pasaría a conformar el capital de desarrollo de That Dragon, Cancer como financiación directa de la firma, lo cierto es que las circunstancias personales siguen sin estar del todo cubiertas ÔÇôcon especial hincapié para el tratamiento de JoelÔÇô, así que cualquier soporte económico que el proyecto (en el que también está involucrado Josh Larson, amigo de la familia) pueda cosechar, será lógicamente bien recibido. La única barrera quizá esté en su lanzamiento en una consola de público tan acotado (en la actualidad, la Meca de muchos indies), pero esto es lo que hay.


¿Y de qué va el videojuego en sí? De experiencias íntimas, algunas tan duras que cuestan digerir. Que ojo, That Dragon, Cancer tampoco propone un dramón lacrimógeno; y lo cierto es que no necesitaría más razones que las auténticas para conseguirlo. Pero habrá lugar para la ternura, para la diversión ÔÇôque por algo es un videojuego, después de todo, y esto no más que otra forma de ÔÇ£gamificarÔÇØ la vida, como ya hizo a su manera Gone Home. Se podría decir, en definitiva, que That Dragon, Cancer es una aventura gráfica de introspección, con una estructura parecida a la de un ÔÇ£diarioÔÇØ, donde los actos reflejarán la cotidianeidad de un problema que en pocas palabras puede ser un apocalipsis familiar, pero que hay que vivirlo en el día a día para entenderlo seriamente a través de todas sus escalas emocionales, desde aquellas que te destruyen hasta aquellas que te divierten o te enternecen con una situación inesperada. Todo esto, hay que decirlo, con cierto toque surrealista que aumentará la inmersión y la sensación de ÔÇ£grandezaÔÇØ ante un problema tan mundanal como la enfermedad y la muerte.

Como decimos más arriba, el juego se publicará en exclusiva para OUYA dada la inversión hecha por la firma para sacar adelante su desarrollo, así que, al menos de momento, su público será bastante limitado. No obstante, animamos su publicación en dicha plataforma y ÔÇôojaláÔÇô su posterior éxito para, quién sabe, en un futuro verlo también en compatibles y otras consolas. Su publicación está prevista para el 2014, pero no se especifica fecha. Una vez más, toca esperar. Desde aquí deseamos la mejor de las suertes a Joel, y un gran aplauso a ese padrazo ÔÇôy su amigoÔÇô que en vez de venirse abajo ha levantado este monumento de la nada.


ACTUALIZACIÓN IMPORTANTE: Este texto fue escrito a principios de este año con la intención de divulgar el proyecto y de profundizar en el mismo. Por motivos que no vienen al caso, nunca pudo publicarse y lo he mantenido en la nevera hasta ahora. Hay información desfasada, información tan importante como que el propio Joel falleció en marzo cuando los médicos bajaron los brazos. No obstante, el proyecto sigue adelante. Si queréis profundizar en el tema, espero que este texto (a pesar de sus imperfecciones) os haya valido de lanzadera para saber más y, por qué no, apoyar la causa que a día de hoy siguen los padres de Joel.

Fuente: Propia/33bits.

Esta bien que la industria tenga proyectos tan humanos como este; sintoma de progreso y madurez sin duda.
Una pena que el niño falleciese. Puto cáncer.

Como enfermo de cancer cualquier acercamiento a esta enfermedad me parece digno de admirar, asi el juego sea un churro...