26-01-2016 17:10
Durante la pasada generación, una practica llevada a cabo por las empresas más importantes del mundillo fue la detonante de una explosión de críticas. La anualidad hasta el momento no significó una lacra. Por muchos títulos de corte deportivo que salieran, a nivel usuario no se valoraba mal obtener tu título favorito año tras año con breves actualizaciones y mejoras.
Sin lugar a dudas el mayor exponente de esta practica ha sido y es la franquicia Call of Duty. Junto a la repercusión social que suponía en sus tiempos de mayor éxito por el año 2010 -lanzamiento de Modern Warfare 2-, los usuarios se amontonaban en las tiendas para adquirir un título que en primera estancia ofrecía la experiencia online definitiva para esa gran masa que mueve esta industria. Al ser un título de corte multijugador y en pleno apogeo de Xbox Live frente a un Playstation Network que dejaba que desear, muchos jugadores sintieron que Modern Warfare 2 era la experiencia definitiva. Obviamente, esta sensación de ÔÇÿcalidadÔÇÖ no es más que una ilusión por una generación de jóvenes jugadores que a través de internet ponían a prueba su habilidad con la del resto de jugadores alrededor del mundo. Lo cierto es que tampoco se podría decir que esta entrega de Call of Duty es mala, pero si que se sintió como un gran retroceso desde la perspectiva de aquellos que nos introducimos con un Call of Duty 4 excelso.
Y he ahí el quid de la cuestión. Por mucho que con anterioridad se vivieran mejores experiencias, la anualidad de Call of Duty llevó en según qué entregas a un retroceso de la calidad que incluso las mismas compañías encargadas de su desarrollo aprobaban. Un mal rumbo desemboca en un mar angosto, y revertir la situación respecto a la posición en la cual se ven implicadas estas desarrolladoras es un trabajo arduo. Pero de todo se puede salir. Activision vio que con la nueva generación de consolas, no podría soportar un ciclo de dos años de desarrollo, por lo que implicó a un tercero para que el tiempo dedicado ascendiera a uno más. Sledgehammer ofreció su punto de vista a la obra primigenia de Infinity Ward y de un desgaste aparente de toda la franquicia, pudimos presenciar un nuevo alzamiento de la franquicia Call of Duty. Advanced Warfare es el ejemplo perfecto de innovar sin sacrificar las bases jugables heredadas. Al fin y al cabo, la competencia entre tres compañías distintas es buena para todos. Han de exprimirse lo mayormente posible para ofrecer al jugador fiel algo que reconozca, pero que a la vez sea fresco. Una anualidad en la situación actual de Call of Duty es buena para los jugadores, cuando se tiene un rumbo bien planteado se es capaz de arrasar con todo lo que nos propongamos. Algo similar le ocurre a la ya siempre recordada From Software.
Desde el gran pelotazo que supuso DemonÔÇÖs Souls para nuestra Playstation 3 allá por 2009 -2010 en europa-, se le cuentan desde ese plazo hasta el presente año, seis títulos -uno de ellos para el próximo abril- y seis contenidos adicionales. Una autentica apisonadora de lanzamientos en tan solo 7 años. Muchos ya claman al cielo un descanso de la formula ÔÇÿSoulsÔÇÖ, el desgaste podría ser evidente dentro de unos años, lo que llevaría a la saga a un punto negativo dentro de la comunidad. Pero lo cierto es que desde mi punto de vista, si los títulos que nos ofrecerán en un futuro mantienen la gran linea de calidad como los que han ido lanzando, por mi perfecto. Hay franquicias que soñarían con lanzar tantos títulos y obtener un gran feedback por parte de la comunidad. Incluso atreviéndose con nuevos estilos dentro de la formula establecida en la corriente ÔÇÿSoulsÔÇÖ, como es el caso del tan cacareado Bloodborne -título que considero juego del año 2015-. Siempre existen altibajos, mismamente tenemos Dark Souls 2 que se financió con menor presupuesto, además de ser tratado por el segundo equipo dentro de la compañía. La formula es conocida, pero en los puntos en los cuales sus obras brillan -como es el caso del diseño de niveles- quizá en esta ocasión no rozan siquiera el listón tan alto que supuso Dark Souls.
Si bien siempre no es el mal la anualidad, hay casos en los que si que ocurre un desgaste más notorio. La franquicia AssassinÔÇÖs Creed vive una época convulsa. Con el lanzamiento de AssassinÔÇÖs Creed Unity se vivió una sensación agridulce. Por un lado estábamos con el título que más innovaba en mecánicas, pero por otro las prisas por sacarlo al mercado repercutieron bastante a la hora de subsanar errores de programación. Estos errores no fueron pasados por alto, y el foco de atención se centró más en lo negativo que en lo positivo. Que ojo, a mi me parece perfecto, pero quizá entre que Ubisoft no es la compañía mejor calificada por los usuarios y los errores, provocó una mezcla dañina para la marca. Pero más allá de Unity, con la nueva entrega ÔÇÿSyndicateÔÇÖ, denota una falta de rumbo total. Las entregas son secuelas de la anterior, por lo que la oficialidad de varias de sus mecánicas debería ser un hecho. Pero no, nos encontramos con un retroceso en mecánicas que dificultan nuestra experiencia dentro del juego. Y es una pena, porque la senda que se guió con Unity era buena, pero implicar a tantas compañías con la consiguiente falta de coordinación entre ellas hacen de AssassinÔÇÖs Creed un producto desgastado. En lo único que no decepcionan es en sus recreaciones históricas. Recrearse con el mundo que nos ofrecen nos permite vivir casi por completo de la forma de vida de la situación histórica a la cual nos enfrentemos.
La anualidad no es algo malo de forma natural. Bien llevada podemos obtener nuestros títulos favoritos sin esperar grandes periodos de tiempos. Obviamente el avance será menor, pero si la calidad se mantiene siempre puede ser una practica en la cual hay más cosas positivas de lo que uno puede pensar.
Artículo de @Janito para GTM.
http://www.gamestribune.com/opinion/la-p...mpre-mala/
'Soy un jeta porque me he arrimado a 33bits por beneficio personal y he remado en la dirección que he creído conveniente buscando mi propio beneficio'
-Alias C-