"Creo que, al final, los micropagos estarán en todos los juegos, pero que el juego en sí mismo, o el acceso al mismo, será gratuito", ha explicado Moore.

"Creo que es inevitable que eso suceda en cinco o diez años", prevé el ejecutivo. Para él, el cliente del juego será gratuito "y no será muy diferente a, digamos, como entrar gratis en una tienda de un centro comercial. No me cobran por entrar. Puedo entrar, disfrutar de la música, mirar los pantalones y lo que sea, pero si quiero comprar algo entonces tengo que comprarlo".

Eso sí, ese modelo de juego gratuito con pagos no será el único, pues también cree que las grandes producciones seguirán vendiéndose a 60 dólares. Admite que, en todo caso, "a los jugones no les gustará oír todo esto. Les gusta cerrar filas en torno a lo que creen que es algo que han ayudado a construir, y con razón".

Sin embargo, para Moore juegos como Wii Sports, EA Sports Active, Rock Band o Guitar Hero, entre otros, "han elevado los juegos de ser un arte oscuro para chicos adolescentes normalmente encerrados en su habitación y contenidos llenos de testosterona que todo el mundo criticaba, a una situación en la que todo el mundo es un usuario de videojuegos." Moore concluye afirmando que "así es como tiene que ser".

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Moore concluye afirmando que "así es como me voy a forrar tiene que ser".

El ejemplo de la tienda y los pantalones es malo. En la tienda no te regalan los pantalones y si quieres bolsillos te los cobran. Esto es justo lo que harían los videojuegos con los micropagos.