27-03-2014 23:50
Por Franchuzas
Como ya comenté a principios de mes en una entrada sobre Bionic Commando, tiendo a sentir bastante admiración por los juegos que deciden romper con las normas férreamente establecidas dentro de los géneros a los que pertenecen. Cuando una fórmula funciona, lo normal es que los esfuerzos se dediquen a añadir y pulir cosas en lugar de plantearse alternativas para los fundamentos más básicos. Por eso encontramos centenares de plataformas centrados en el salto, aunque más allá de eso estén claramente diferenciados entre sí, y también por eso nuestra mente tarda unos instantes en asimilar algo como Bionic Commando tras descubrir que una acción tan elemental no tiene cabida en su propuesta.
VVVVVV, juego de nombre curioso donde los haya, también opta por algo parecido. Más allá de sus gráficos inspirados por Commodore 64 y una banda sonora endiabladamente pegadiza, destaca por ofrecer una alternativa sólida al plataformeo de toda la vida. A diferencia de Bionic Commando, aquí sí podemos despegar los pies del suelo sin recurrir a un objeto que tire de nosotros hacia arriba, pero el modo de hacerlo es incluso más llamativo: con sólo pulsar un botón, el único que se utiliza en todo el juego más allá de las teclas direccionales, podemos cambiar el punto de fuerza gravitacional. O lo que es lo mismo, en menos de un segundo pasamos de andar por el suelo a andar por el techo, y viceversa.
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