Mi princesa hoy cumple diez años, es curioso como por las circunstancias de la vida a veces a penas se puede dedicar tiempo a los hijos. Ya sea por trabajo con dedicación completa a quien te da para comprar un chusco de pan o por atender en exceso a la mujer ya que lo necesita. Yo ya ni me atiendo a mi mismo la verdad. Siento que a veces me pierdo muchas cosas, muchas experiencias con ella o con su hermano. Curiosamente en los momentos difíciles he pasado mas ratos con ella por necesidad práctica mas que nada y es entonces cuando veo lo que me pierdo.

Tener que ir simplemente a comprar algo para casa que se necesita, algo que yo nunca hago pues mi trabajo me lo impide, es suficiente para darme cuenta de todo lo que me pierdo. Llevármela para que me diga donde se compra, que me oriente por los pasillos del garito hasta encontrar lo buscado, ese es el fin por necesidad familiar.

Pero es salir de casa de la mano pensando en los problemas del momento de la mano de mi hija, supuestamente una cría, y darme cuenta a cada paso, a cada frase según avanzamos hacia el destino banal, a la conversación entera, de lo que no puedo disfrutar y me pierdo. De que esa niña mantiene unos diálogos sorprendentes, es increible como se da cuenta de las cosas que suceden y como las habla conmigo. Como sorprende tras cada palabra. Es desde luego "mi chica interesante", una grata sorpresa.

Saludos.