El borrador de una obra maestra – Análisis de Devil May Cry 4: Special Edition
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Hay sed. Hay sed de dinero. Hay sed de revivir viejas glorias. Hay sed de volver a ser aceptados. Capcom es una compañía sedienta de todo esto. En la actual generación de consolas hemos sido testigos de una nueva moda; los remasters. Sí, esta no es una práctica nueva pero creo que para todos es claro que esta generación se ha hecho debido a la gran abundancia de juegos no tan viejos que tienen su respectiva “renovación” para los jugadores que “no tuvieron la oportunidad de probarlos hace unos años”.
 
Algunos casos son sangrantes, pues no añaden nada y solo suben la resolución y poco más. Otros casos se antojan apetitosos porque sí buscan meter nuevos modos de juego, contenido descargable y diferentes tipos de mejoras que van más allá de lo estético. Devil May Cry 4: Special Edition es un remaster especial. Ha sido un movimiento curioso por parte de Capcom, puesto que se anunció con un video de apenas cinco segundos, después del trailer de otro remaster de un juego polémico. Twitter fue una completa fiesta por esos días, pues es como si Capcom quisiera volver a asesinar a la obra de Ninja Theory antes de que viera la luz del día. En principio, califiqué este remaster como un punto intermedio entre los remasters innecesarios y los remasters que si valían la pena. Y aun hoy sigo debatiendo conmigo mismo sobre esto… DMC4: SE me sigue pareciendo un juego estupendo. Uno de los mejores Hack & Slash que se han hecho y un referente para cualquier juego de acción que vino y vendrá después de él pero, tanto el juego original como esta revisión siguen pareciendome un borrador. El último borrador que se tiene antes de enviarle el documento final de una tesis doctoral a asesor. Y aunque este juego sea todo un referente para los juegos de su género, parece poco teniendo en cuenta la ambición de su director y la repercusión a la saga a la que pertenece.
 
Dayoscript comentaba en uno de sus últimos videos sobre la “ciencia del Remake”. Hablaba sobre como muchas de las “resurrecciones” de viejas glorias que nos llegan hoy en día no llegan o tienen la misma repercusión que las obras a las que intentan simular. Comparto su visión de que la industria está cambiando y podéis darme la razón de que esto del videojuego no era lo mismo ahora a como lo era hace cinco años. Dayo ve con buenos ojos la práctica del remaster pues, más que darnos la oportunidad de jugar cierto juego en mejores condiciones, nos hace ver un punto en el que nos encontrábamos y, con suerte, nos empuja a reflexionar sobre el lugar en el que estamos ahora. Es por eso que el tráiler de DmC: Devil May Cry: Definitive Edition causó tanta gracia en las redes; nos muestran el producto “definitivo” de una obra a la que no se le dio la aceptación esperada la primera vez para luego ponernos cinco segundos de un juego que, sin ser el mejor valorado de la saga, causó más revuelo y emoción, solo porque sabíamos que nos iban a devolver a ese tiempo en el que se tenía una visión diferente del género. Y ese tiempo era 2009… algo para nada lejano...
 
Este remaster si hizo reflexionar a unas grandes partes de la industria (tanto desarrolladoras como jugadores), pues nos hizo darnos cuenta de que la simplificación estaba ganando y que el jugador “Old School” estaba quedando relegado a obras indie o ciertos juegos populares como la saga Souls. Y aun con este punto a su favor, las mejoras que plantea sobre su obra base no corresponden a un título que quiera fortalecer las bases casi extintas de lo que sus anteriores obras habían forjado. DMC4: SE busca añadir fan service y expandir su punto más elogiado; su jugabilidad. Aquí no tienes que memorizar combos eternos (aunque los hay), pues solo debes ser creativo. Que tu corazón se acelere y se emocione cuando realizas todo con estilo y sientes que te apropias de los personajes del juego y su actitud. DMC4: SE se enfoca en ello y lo hace de manera magistral, pero en el camino se olvidó de que, aunque esas mejoras se agradecen, se hubiera agradecido aún más si se le hubiera prestado atención a los errores originales. Y es que, aunque tengamos un elenco de personajes más amplio, cada uno con un estilo de juego diferente, los cuales se pueden pasar explorando por meses o incluso años, los errores de diseño siguen tan vivos como el primer día de la obra original. La repetición de escenarios no es buena, a menos que tengamos que volver sobre nuestros pasos por algún objeto para resolver un puzzle. Pero no, aquí nos devolvemos porque la historia así lo dice y en la obra original no le dieron tiempo a Itsuno y su equipo para poder añadir todo lo que tenían pensado.
 
Este remaster pudo haber sido una nueva oportunidad. Muchos juegos lo han tenido y han logrado modificar sus obras originales de tal forma que se sacan de la manga algo nuevo. Algo que sigue siendo en parte lo mismo, pero al mismo tiempo algo innovador. Aquí vemos como el equipo tuvo que actuar con lo mejor que tenían sobre lo único que podían. Si ya habéis visto el libro de arte del DMC4 original, habréis podido confirmar que este juego, de haber tenido el tiempo y el apoyo que merecía, tranquilamente se hubiera coronado como el mejor juego de la saga que revolucionó todo un género. Estoy hablando de que hubiera sido un juego completamente distinto, con escenarios, bosses, historia, diálogos radicalmente diferentes. Pero esta Special Edition ha sido una oportunidad desperdiciada. Nos quedamos con una revisión que no lo es tanto y que es, más concretamente, el mismo juego pero con añadidos. Pero es el mismo juego al final.
 
Ahora a hablar de cosas puntuales: Estos añadidos se pueden resumir en personajes. Además de Dante y Nero, Itsuno quizo contentar a la fan-base e hizo que su equipo trabajara fuertemente en uno de los favoritos de la saga: Vergil. No contento con ello, también nos da la oportunidad de disfrutar una campaña con Trish y Lady. Y cada uno de estos personajes tiene un move-set, estilo y controles diferentes. Una gozada para el fan del género y de la saga. Sobre Dante y Nero hay muy poco que decir. Como ya he dicho, lo que es el juego original no lo han tocado. Nero sigue siendo un personaje simple de controlar al principio pero, con experiencia, sobresale siendo el guerrero que requiere el timing más exigente de todo el juego. Sus mejores movimientos dependen de ello.
 
Dante se apoya sobre su complejidad y profundidad. Tiene estilos, armas y una infinidad de movimientos que sirven para dar rienda suelta a la creatividad. La única que le puede hacer frente ante todas estas cualidades es la brujita de Platinum Games. Ahora, los nuevos personajes son increíbles pero dejan en claro que, aunque las intenciones del equipo de Itsuno eran buenas frente a sus fans hardcore, los tuvieron que haber puliedo mucho más. No me malentendáis; Tanto Vergil como Tirsh y Lady son increíbles, muy divertidos de controlar y expanden la vida útil del juego para los jugadores más exigentes, pero son personajes que pueden romper el juego fácilmente.
 
Vergil es la estrella de esta revisión. El mismo mini-video de cinco segundos que venía después del tráiler de DmC: DE solo mostraba la espalda de este personaje mientras sonaba en el fondo su típica frase “I need more power.” Supongo que los desarrolladores tuvieron esto muy en cuenta y decidieron darle a los fans el mejor espectáculo posible. Vergil es absurdamente poderoso. Tanto, que tiene un movimiento con el que te puedes cargar a cualquier enemigo si tan solo dejas que la barra de concentración se llene. Tiene, al igual que Dante, un gran move-set con tres distintas armas, además de las transformaciones de Devil Trigger, habilidades normales y de las espadas espectrales. Pero este personaje está claramente Over Powered. Como tengas un mínimo de reflejos, puedes pasar niveles enteros sin que te roce un enemigo. Sí, es una gozada controlarlo, es espectacular en pantalla y vamos, Vergil mola muchísimo. Pero rompe el juego de forma descarada. La dificultad de DMC4: SE se reduce de forma escandalosa cuando decides jugar con el hijo de Sparda que siempre está sediento de poder.
 
Luego vendría Lady. Es divertidísimo controlarla, pero no se siente correcto; me explico. Si con los tres personajes anteriormente mencionados resaltaba la habilidad que se requiere para poder controlarlos, a Lady dicha exigencia no le afecta en lo más mínimo. Nuestra amiga de gran pechonalidad, al ser la única humana del elenco, debe valerse con armas de fuego para su supervivencia en un mundo lleno de demonios y monstruos y este concepto es llevado a la jugabilidad de la única manera en la que puede llevarse sin caer en convertirse en un TPS. Y, aunque sea divertido controlarla, no se siente que se esté jugando a un H&S, puesto que en el 90% de las situaciones lo que se hace es utilizar el lock-on y desplegar todo el arsenal que esta mujer carga, quién sabe dónde, porque mucha ropa no es que lleve. Se vuelve en una extraña evolución de un shooter que requiere un sistema de apuntado manual para dar en el blanco. Eso sí, el caos en pantalla suele ser imponente y los combos añaden algunos movimientos interesantes, pero no encaja muy bien en un juego que tiene como particularidad los reflejos, el combate con armas blancas y la habilidad de poder combinar ataque, defensa y evasión. Aquí te dan todo el armamento de ISIS para hacer los destrozos que se te antojen.
 
Trish encaja mucho mejor. No se siente como un personaje OP, pero no llega a tener la complejidad de los hermanos Sparda o el nieto (ops, spoiler). Para ser sincero, es muy poco lo que puedo comentar de Trish puesto que no es un personaje sobre el que haya profundizado mucho. Lo que he podido experimentar con ella ha sido bastante bueno. Me ha dado oportunidad de ser creativo e igualmente, es un espectáculo digno de ver cuando logras encajar movimientos y haces sufrir a tus enemigos. Pero es un personaje que se queda corto. Ofrece tan buenas sensaciones que cuando se busca ir más allá, el mismo personaje no te deja, puesto que no tiene más que ofrecer.
 
¿Le he dado muchos palos a uno de mis juegos favoritos de toda la vida? Tal vez. La excelencia de Devil May Cry 3 aún no ha sido alcanzada. La brujita y el Ninja del clan Hayabusa han estado muy cerca, pero Itsuno dio tan jodidamente bien en el clavo en 2005 con la tercera entrega del caza-demonios más querido de la industria, que harán falta décadas para volver a ver algo de ese nivel. Y sí, digo décadas, porque Capcom tuvo una verdadera oportunidad de demostrar que aún eran capaces de mostrar ese nivel con el que era tan preciada por aquellas épocas doradas. DMC4: SE es una joya que falta pulir. Es un testigo de lo que pudo haber sido y, por muy bueno que sea el juego, cuando algo que claramente tenía un potencial altísimo no lo alcanza, duele, y duele mucho.
 
 
Pero si os encanta el género, si os gusta Devil May Cry, si regresáis a casa con demasiado estrés y queréis desahogaros repartiendo ostias con estilo, esta es una compra que debéis considerar. Al menos, con cada copia vendida, Capcom puede abrir un ojo y ver qué es lo que tienen entre manos y todo lo que le puede ofrecer a la industria si deja, por un momento, de ser tan sedienta.
[Imagen: QE4aV4O.jpg]
#2
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Se que te encanta el juego y detestas DmC pero creo que la palabra Obra maestra le viene muy pero que muy grande.
[Imagen: j8rSOVO.gif][Imagen: IPwjiVb.gif]
#3
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Para mi lo más chocante (diseño a parte, que me parece horrendo) es la repetición de escenarios para alargar el juego de forma estúpida.

Creo que no es mi saga. Prefiero Ninja Gaiden por mucho.
[Imagen: metroid-2.gif]
#4
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Yo tengo muchas ganas de probar el remaster y jugar con Vergil, Trish y Lady. A ver cómo se lo han currado.
Eso sí, la versión original del título está a años luz de Bayonetta 1 por ejemplo, no digamos ya del 2.
Entre todas las estrellas, una desprende más calor y brilla más que las otras, la luz de Samus Aran.
Sus batallas se extienden más allá de su vida y quedan grabadas en la historia.
#5
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Me pareció un juego bastante largo. Se me hizo muy pesado y apenas recuerdo nada de él más allá de que personajes chulescos como los protagonistas no me gustan nada.
Luego viene Bayonetta que aunque sea chula tiene tetas y culo unas gafas preciosas, y por ello merece la pena el juego.
[Imagen: WZSsaPY.jpg]


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