04-12-2015 11:14
La empresa nipona sigue en su cruzada personal contra Hideo Kojima
Las rupturas nunca fueron fáciles
Ríos de tinta han corrido sobre la separación del binomio Kojima / Konami. Como en toda relación que se precie, el rencor suele recaer sobre aquel a quién han abandonado y no sobre quien decide poner punto y final a una relación. En este caso, Konami está actuando tal y como cabría esperar de un/a adolescente con el corazón roto: y no es para menos, no todos los días te abandona tu gallina de los huevos de oro.
A nadie sorprende hoy la polémica que hay detrás de la actuación de Konami, para la que no existen palabras en nuestro vocabulario que no caigan en lo irrespetuoso. Desde que la cosa se pusiese fea, Konami optó tirar por la vía de la locura y comenzar a ningunear a Hideo Kojima en una cruzada totalmente ajena a lo profesional y enfocada en la destrucción y evisceración de la figura del genio nipón. Por recapitular un poco, sabemos que Konami decidió retirar el nombre de Kojima de todas las portadas de sus juegos ÔÇöcomo si nunca hubiese existidoÔÇö, anunció a los cuatro vientos que todo iba muy bien con Kojima y sólo estaba de vacaciones, desmanteló por completo al equipo responsable de Metal Gear y se mostró totalmente ignorante con respecto a la fiesta de despedida que se organizó entorno a la figura del creativo japonés. A la que, por cierto, no acudió ningún alto directivo de la empresa.
Ni cortos ni perezosos, y aunque siguen diciendo que todo va divinamente, el último movimiento maestro de Konami ha sido impedir al creador de Metal Gear acudir a los Game Awards 2015 y recoger el premio que le esperaba, un premio que supone un reconocimiento profesional al trabajo de Kojima y su equipo. En su lugar, Konami tuvo la genial idea de mandar a recogerlo al actor Kiefer Sutherland, la nueva voz de Snake; alguien que poco o nada tiene que ver con el conjunto global del juego, pero ¿qué más da? En Konami tienen claro que ese premio lo recogería antes un becario si fuese necesario. Quien sea menos Kojima, que no existe ni ha existido jamás.
Y así le va a Konami, divinamente. Suponemos que no le ha gustado del todo no poder mandar a Kojima a supervisar las salas recreativas de pachinko como sí ha hecho con otros empleados a los que ya no quería sonreír.
http://www.gamestribune.com/sony/noticia...=hootsuite
Las rupturas nunca fueron fáciles
Ríos de tinta han corrido sobre la separación del binomio Kojima / Konami. Como en toda relación que se precie, el rencor suele recaer sobre aquel a quién han abandonado y no sobre quien decide poner punto y final a una relación. En este caso, Konami está actuando tal y como cabría esperar de un/a adolescente con el corazón roto: y no es para menos, no todos los días te abandona tu gallina de los huevos de oro.
A nadie sorprende hoy la polémica que hay detrás de la actuación de Konami, para la que no existen palabras en nuestro vocabulario que no caigan en lo irrespetuoso. Desde que la cosa se pusiese fea, Konami optó tirar por la vía de la locura y comenzar a ningunear a Hideo Kojima en una cruzada totalmente ajena a lo profesional y enfocada en la destrucción y evisceración de la figura del genio nipón. Por recapitular un poco, sabemos que Konami decidió retirar el nombre de Kojima de todas las portadas de sus juegos ÔÇöcomo si nunca hubiese existidoÔÇö, anunció a los cuatro vientos que todo iba muy bien con Kojima y sólo estaba de vacaciones, desmanteló por completo al equipo responsable de Metal Gear y se mostró totalmente ignorante con respecto a la fiesta de despedida que se organizó entorno a la figura del creativo japonés. A la que, por cierto, no acudió ningún alto directivo de la empresa.
Ni cortos ni perezosos, y aunque siguen diciendo que todo va divinamente, el último movimiento maestro de Konami ha sido impedir al creador de Metal Gear acudir a los Game Awards 2015 y recoger el premio que le esperaba, un premio que supone un reconocimiento profesional al trabajo de Kojima y su equipo. En su lugar, Konami tuvo la genial idea de mandar a recogerlo al actor Kiefer Sutherland, la nueva voz de Snake; alguien que poco o nada tiene que ver con el conjunto global del juego, pero ¿qué más da? En Konami tienen claro que ese premio lo recogería antes un becario si fuese necesario. Quien sea menos Kojima, que no existe ni ha existido jamás.
Y así le va a Konami, divinamente. Suponemos que no le ha gustado del todo no poder mandar a Kojima a supervisar las salas recreativas de pachinko como sí ha hecho con otros empleados a los que ya no quería sonreír.
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