23-08-2016 23:24
La isla de los puzles del amigo Jonathan Blow podrá visitarse también Xbox One. El 13 de septiembre, si todo va como esperan en Thekla, estará The Witness disponible en la consola de Microsoft.
Será básicamente el mismo juego, sin aditivos ni conservantes, que se publicó a finales de enero para PC y PS4. Meter ahora contenido exclusivo para una plataforma, dice Blow en IGN, «arruinaría el juego».
Incluso en la versión para iOS, anunciada desde el primer momento y todavía en desarrollo, se va a mantener el mundo abierto con rompecabezas desperdigados por todos los rincones. Ahí sí hay más trabajo: toca rebajar los gráficos para que tiren en los cacharros de Apple y también diseñar el esquema de control táctil –se moverá uno señalando el destino, no con un stick virtual en la esquina de la pantalla.
Yo todavía no he terminado The Witness. No te creas que me gusta tener que confesar esto, pero la partida pendiente me da ahora mismo un respeto que podría llegar a confundir con cierto miedo; había aprendido tantas cosas sobre los paneles y los laberintos, tenía localizados tantos puntos de interés a los que pensaba volver más adelante, que ya no sabría por dónde empezar. Habrá que volver a la isla, como le dijo Jack a Kate, porque en el puñado de horas que le dediqué sí topé con un maldito montón de ideas fabulosas y tan inteligentes que, de nuevo, duelen y todo.
Fuente
Será básicamente el mismo juego, sin aditivos ni conservantes, que se publicó a finales de enero para PC y PS4. Meter ahora contenido exclusivo para una plataforma, dice Blow en IGN, «arruinaría el juego».
Incluso en la versión para iOS, anunciada desde el primer momento y todavía en desarrollo, se va a mantener el mundo abierto con rompecabezas desperdigados por todos los rincones. Ahí sí hay más trabajo: toca rebajar los gráficos para que tiren en los cacharros de Apple y también diseñar el esquema de control táctil –se moverá uno señalando el destino, no con un stick virtual en la esquina de la pantalla.
Yo todavía no he terminado The Witness. No te creas que me gusta tener que confesar esto, pero la partida pendiente me da ahora mismo un respeto que podría llegar a confundir con cierto miedo; había aprendido tantas cosas sobre los paneles y los laberintos, tenía localizados tantos puntos de interés a los que pensaba volver más adelante, que ya no sabría por dónde empezar. Habrá que volver a la isla, como le dijo Jack a Kate, porque en el puñado de horas que le dediqué sí topé con un maldito montón de ideas fabulosas y tan inteligentes que, de nuevo, duelen y todo.
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