Fortnite, el juego cooperativo de construcción y supervivencia desarrollado por Epic Games, se podrá comprar en tiendas a partir del próximo 21 de julio. Gearbox y Koch Media se encargan de editar esta versión en caja para PC, PS4 y Xbox One, que incluye «el Pack del Fundador con armas, héroes y botín, así como un acceso previo al juego de cuatro días para empezar a jugar a esta producción de Epic Games antes de su estreno en formato digital». En la nota de prensa no se especifica cuál de los cuatro paquetes de contenido disponibles es el que recibirán los que opten por esta edición física.

En cualquier caso, ya sabéis en qué consiste lo de ser fundador en este contexto: se paga para que los desarrolladores puedan finiquitar el proyecto, que en principio se estrenará como free-to-play en algún momento de 2018.

Seguro que se me escapa algo, porque no soy muy amigo de estos «juegos como servicio», pero sigo sin ver la gracia de estos lanzamientos a medias. Me sorprende especialmente que se opte por ese modelo con Fortnite, un juego que Cliffy B presentó en 2011 como abanderado del Unreal Engine 4. Desde entonces han pasado unas pocas cosas: el bueno de Bleszinski se marchó para montar su propio chiringuito, Epic compró People Can Fly y Epic se desprendió de People Can Fly –los responsables de Bulletstorm trabajaron varios años en este Fortnite, pero parece que ya no colaboran en el desarrollo.

Después de varias reapariciones y otras tantas alphas, parece que a la tercera va la vencida. Y sin embargo, me temo que la propuesta sigue entusiasmando más bien poco; en Ars Technica hablan de un juego mucho más pulido que hace un par de años, divertido incluso, pero con un sistema de monetización preocupante.

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