En plena avalancha de hero shooters, Epic Games (que tiene Paragon en el horizonte para meter cuchara en el pastel; y también Fortnite, que no pertenece estrictamente al género pero parece que tendrá elementos típicos), ya empieza a dar pistas bastante claras de que está muy a gusto con experiencias multijugador (el tercer juego que tienen en el horno es nada menos que una revisión de Unreal Tournament) y que no piensa volver a las campañas para un solo jugador. Y lo más triste de todo es que la explicación de Tim Sweeney, el presidente de la compañía, responde solo a términos económicos:

Cita:La economía de esos juegos [con campaña] es que obliga a los desarrolladores a trabajar con grandes distribuidoras, y eso parece ser irreversible. Nos dimos cuenta de que el negocio que realmente necesitábamos necesita cambiar si enfoque de forma significativa.

Estamos viendo cómo se construyen algunos de los mejores juegos de la industria y cómo operan de forma progresiva durante un tiempo en jugar de hacer grandes lanzamientos físicos. Nos dimos cuenta de que el rol ideal de Epic Games era liderar ese cambio, así que hemos empezado a llevar a cabo una transición de ser un desarrollador para consolar bastante limitado y centrado en Xbox a convertirnos en un desarrollador multiplataforma que se publica a sí mismo, un indie a gran escala.

Según explica Sweeney en Polygon, la urgencia por el cambio de dirección les sobrevino justo después del lanzamiento de Gears of War: Judgment, que al parecer tuvo unos costes de desarrollo abismales y no acabó de compensar. Resulta curioso, eso sí, que le echen la culpa al modelo y no a una planificación de proyecto defectuosa y un producto final olvidable en todas las faceta, que es lo que realmente sucedió.

Dice la propia gente de Polygon que el artículo central de este mes hablará de este giro filosófico de Epic Games, y adelantan que la conclusión es más o menos la que resume el titular: la compañía quiere virar hacia el desarrollo de juego multijugador mantenidos por la comunidad e "inacabados", con la idea de ir haciéndolos crecer post-lanzamiento a base de feedback. Un modelo que tendrá sus defensores, pero a muchos nos pone tristes y un poco furiosos.

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Que hagan lo que quieran, y si se dan el ostión pues mala suerte.