07-10-2016 09:35
Actualmente inmersa en el desarrollo de un videojuego de Star Wars junto a Visceral Games, la veterana Amy Hennig, una de las creadoras de la serie Uncharted, ha criticado el duro trance que supone desarrollar videojuegos triple A, hasta el punto de "destrozar a las personas" cuando llegan los momentos de máxima tensión, y vives casi encerrado en el estudio.
"Durante todo el tiempo que estuve en Naughty Dog, unos diez años y medio, probablemente, de media, no sé si alguna vez trabajé menos de ochenta horas a la semana", ha declarado Hennig. "Había excepciones como cuando decías 'Vale, tomémonos un par de días libres', pero más o menos trabajaba siete días a la semana, al menos doce horas al día".
No es solo algo que afecte a los principales responsables de un proyecto de estas características. Henning asegura que "un montón" de empleados trabajan de forma regular los fines de semana. Tiene claro que no cambiaría ni uno solo de los momentos que vivió en Naughty Dog, pero preguntada por si merece la pena todo el esfuerzo, se ha limitado a decir: "creo que no". Y opina eso porque algunas personas que trabajan en juegos triple A "nunca se van a casa ni ven a sus familias".
En la línea de lo dicho por el veterano Ken Levine semanas atrás, cuando aseguró que trabajar en la serie BioShock terminó por pasarle factura a su salud, Hennig cree que las condiciones de trabajo en esta clase de proyectos "no están bien".
Hay desarrolladores que tienen hijos "que no pueden ver crecer. Yo no tuve hijos. Elegí mi carrera en muchos sentidos, y me quedo con esa idea. Cuando hacía sacrificios, ¿afectaba a mi familia? Sí, pero principalmente, me afectaba a mí. Cuando veo a otras personas… quiero decir, mi salud se vio afectada, y tuve que cuidarme", comenta Hennig. "Estaba muy mal. Y hay personas que han terminado desmoronándose".
"Esta es una carrera armamentística" que parece no tener fin, y se opone a ello, pues "está destrozando a las personas".
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