1979 Revolution es de esos que uno no necesita conocer a fondo ni saber sobre sus mecánicas para que le despierte un interés instantáneo: no hay muchos juegos que se tomen en serio la idea de reproducir momentos históricos, y me atrevería a decir que no hay ni un solo juego que hable sobre la Revolución iraní. Hasta dentro de un mes, así seguirá.

Del juego de Navid Khonsari (guionista en estudios del calibre de Rockstar o Remedy) ya hablamos muy superficialmente hace poco más de dos años, cuando emergió en Kickstarter, y nos pareció muy inspirador el hecho de que un profesional del medio decidiese dedicar un videojuego a un punto de inflexión político tan concreto y local, que lo hiciese sobre todo por motivos personales: Khonsari vivió con su abuelo las protestas y los intentos de reprimirlas en las calles de Teherán, poco antes de mudarse a Canadá.



En realidad el videojuego como medio para explicar la historia auténtica de nuestro mundo está de lo más desaprovechado, y el siglo XX es todo un bazar de conflictos, cambios, golpes y revoluciones que se han quedado en libros y películas pero rara vez han llegado a nuestro medio. En este caso se trata de la revolución que llevó a derrocar a la monarquía iraní para instaurar el gobierno islámico del Ayatolá Jomeini, pero la perspectiva que toma 1979 Revolution, más allá de la puramente histórica (que se toma muy en serio: multitud de documentos, novelas, crónicas, noticias y artículos de la época, de distintos medios ideológicamente opuestos entre sí, han servido para que iNK Stories dé forma a su juego con la ambición de ser precisos y auténticos), tiene otra dimensión: encarnamos a un reportero gráfico que trata de informar sobre lo que está sucediendo en su país y se encuentra, como es de esperar, con actitudes poco afines a la libertad de prensa. Es un juego, sobre todo, que trata las dificultades de hacer periodismo honesto y riguroso en el mundo en general y Oriente Medio en particular.

El objetivo del jugador en 1979 Revolution es descubrir las historias personales y colectivos de varios grupos de iraníes que se ven atrapados en mitad de las revueltas, gente a favor y en contra del cambio político, y un retrato de los antecedentes previos a la Revolución iraní: el estado de descontento social, la bipolarización económica de la población y las tensiones frente al beneficio creciente que estaba dando el petróleo iraní y cómo el gobierno monárquico apenas reinvertía ese dinero en el desarrollo del país.

El próximo día 5 de abril podremos disfrutar por fin del primer episodio del juego, 1979 Revolution: Black Friday, en Steam para Windows y Mac. Con ese título para el capítulo inicia, la cosa promete empezar fuertecita: el Viernes negro es el nombre con el que se conocen los sucesos del viernes 8 de septiembre de 1978 cuando, un día después de que el gobierno declarase la ley marcial, varios miles de personas se manifestaron de todos modos en la Plaza de Jaleh y el ejército trató de disolver la concentración pacífica utilizando armas de fuego. Las cifras de bajas son confusas debido a la fuerte manipulación de los medios, pero se habla de entre 88 y varios cientos de asesinados en la masacre. Posteriormente, los datos oficiales del régimen islámico hablan de más de 15.000 muertos en toda la ciudad de Teherán durante aquel mismo viernes.

Material de interés humano general y, por qué no, también de videojuego.

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