Sin duda la historia de Xbox One desde su nacimiento ha sido toda una odisea. Desde un primer momento ya comenzó con mal pie al apostar de forma tan directa a favor del Kinect y el Always Online, un estigma que hasta hace recientemente poco seguía cargando. El futuro de la marca parece ser más esperanzador con la llegada de Xbox One X y la revisión que supuso Xbox One S, por lo que mirar atrás ya ha perdido cierto sentido.

Microsoft da un paso atrás

De esta forma Microsoft ha decidido retirar de sus tiendas aquella versión original de Xbox One que les ofreció tantos quebraderos de cabeza. En un principio parecía ser un caso aislado de Reino Unido pero, poco a poco, la consola ha ido desapareciendo de las tiendas online de la compañía a lo largo del globo. Ciertos comercios siguen ofreciéndola como producto pero por parte de Microsoft el apoyo ha cesado.

La propuesta mejorada de la plataforma parece rechazar todas aquellas tan poco acertadas ideas primerizas hasta el punto de no dejar rastro. Su principal abanderado, Kinect, ofrece puntuales utilidades, pero cada vez el apoyo recibido es menor por lo que no sabemos si correrá un destino similar a la larga.

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