08-07-2014 11:05
La policía japonesa empieza a arrestar cheaters
El futuro. El futuro nos plantea muchas preguntas.┬á¿Llegarán por fin los coches voladores? ¿Construiremos colonias en la Luna? ¿Habrá gallegos allí? ¿Nos volveremos todos gilipollas como auguraba Marty McFly?┬á
Algo que el cine y la literatura futurista siempre han dejado meridianamente claro es que la importancia de la tecnología avanza de forma exponencial con el paso de las décadas. Es una obviedad tan palpable como la pantalla de tu┬ásmartphone. La mayor importancia de los videojuegos, eso sí, es una fantasía algo más reciente con la que obras como┬áGamer┬áde Neveldine & Taylor o algunos relatos de Orson Scott Card han coqueteado agarrándose a referencias actuales como los first person shooters multijugador. La idea de que los eSports acaben invadiendo la cultura mayoritaria, que un jugador de élite de Call of Duty aparezca entre Floyd Mayweather y Cristiano Ronaldo en las listas de Forbes de deportistas con más ingresos. Es posible que suceda algún día, pero antes tienen que cambiar muchas cosas en los videojuegos, sobre todo tienen que ser tomados en serio, y puede en Japón haya empezado a suceder algo en ese sentido.┬á
Donde otras compañías se encargan de blindar sus Términos y condiciones para dejar fuera a los que hacen trampas ÔÇölos┬ácheatersÔÇö e invierten mucho dinero en software que evite este tipo de manipulaciones fraudulentas, parece que en el país del sol naciente han querido dar un golpe de autoridad contra este tipo de gentuza.┬á
Según leo en┬ákotaku, la policía japonesa ha empezado a practicar detenciones de┬ácheaters por usar programas para hacer trampas en videojuegos┬áonline┬ácomo por venderlos a través de la red. Los primeros┬áagraciados┬áhan sido un trío de jovenzuelos traviesos ÔÇöun universitario de Fukushima y dos zagales de 17 años residente en NaraÔÇö que programaban┬ácheats┬ápara el multijugador en primera persona Sudden Attack ÔÇörip-off┬ádescaradísimo de Counter-Strike, también hay que decirloÔÇö, un título que lleva años convertido en una pesadilla injugable de tíos que atraviesan paredes y te aciertan entre los ojos desde distancias ridículas.
En un principio se pensó que era la compañía responsable del juego, Nexon, la que había interpuesto cargos contra el trío de rufianes, y empezaba a asomar el debate de si no habría sido más sensato expulsarles del juego y dejar el tema ahí. Pero unas horas después de publicarse la noticia en la prensa nipona,┬ála propia Nexon lanzaba un comunicado┬áen el que aseguraba que no habían sido ellos sino la propia policía quien ha presentado los cargos.┬á
Al parecer fue la cantidad desorbitada de dinero que estaban ganando con la venta┬áonline┬áde┬ácheats┬áÔÇöse habla de 37 distintos desde 2011ÔÇö lo que alertó a las autoridades e inició las investigaciones para atrapar a los tres jóvenes. Más ocho millones de yenes (cerca de 58.000 euros) en economía sumergida que seguramente han ayudado a apuntalar un caso sin precedentes en el que se plantea un argumento legal hasta hoy inédito: el daño económico y de imagen que provoca a una compañía el uso ilegítimo de sus productos, desequilibrando la experiencia y provocando las quejas de miles de jugadores.
Al jugador medio le puede parecer una estupenda noticia que a estos tramposos les caiga un buen paquete, pero si esto sienta un precedente en la industria los efectos podrían ir más allá. Aquí las normativas europeas protegen bastante al consumidor, pero considerar los┬ácheats┬áalgo ilegal en términos estrictamente jurídicos ÔÇöpor obstrucción a un negocio; o de forma indirecta, como una suerte de daños y perjuicios o una vandalizaciónÔÇö podría abrir la caja de Pandora y hacer que las empresas dejen de arremangarse y combatir ellas mismas a los┬ácheaterscon sus armas ÔÇöbaneos, penalizaciones, tecnología┬áanticheats...ÔÇö, le pasen el marrón a sus departamentos legales de abogados implacables sedientos de sangre y, ahí sí, el futuro le muerda el culo a cualquiera que haga alguna chiquillada en su videojuego. Ojo.
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