(02-10-2013 16:42)Xiphias link escribió:Me parecería más acertado e interesante discurrir sobre estos temas (tabúes, como algunos otros que también se podrían poner sobre la mesa para debatir o charlar con cabezas visibles del mundillo) en ferias ya existentes y con tirón, no por separado, porque así la integración y normalidad parecen brillar por su ausencia. Si mi opinión es un problema, lo siento, pero es la que es.
La normalidad y la integración brillan por su ausencia porque hay gente que se empeña en que determinados colectivos se tienen que normlizar a la fuerza, estando calladitos y sin hacer demasiado ruido. Algunos parece que exigís que la normalización de las cosas sea como vosotros queréis, y las cosas no funcionan así. Hay gente que quiere normalizarse y a la vez sentirse libres para organizar este tipo de eventos, precisamente porque la normalización de su situación tienen que darse desde el hecho de que se es diferente, aceptar esa diferencia y convivir con ella como algo normal (los responsables de la convención se han cansado de repetir que es una feria enfocada al público homosexual pero en la que es bienvenido todo el mundo, solo quieren dar otro punto de vista de la industria y pasar un buen rato). Hay convenciones basadas en una diferencia cultural, una diferencia de género, geográfica, de procedencia... hay convenciones enfocadas al público oriental, o a las mujeres, o a los inmigrantes de Turkmenistán, hay ferias increíblemente específicas para públicos increíblemente específicos, mucho más que el público al que va enfocado la GaymersCon. Entonce, ¿por qué con los homosexuales ha de ser diferentes?, ¿porque ellos no se normalizan si no es estando en su casa calladitos? ¿También os parecen mal las convenciones, yo qué sé, sobre el varón afroamericano en el mundo del cine?
Hemos pasado de tratar a algunos colectivos como normales, a tratarlos como demasiado normales, exigiéndoles cosas que no les exigimos a nadie más, y ojo, todo eso por su bien claro, que no queremos que monten circos (como hace todas las minorías de este mundo) que así llaman mucho la atención y no es bueno para ellos. Pues muy bien.
Y es que además, es una puñetera feria de videojuegos organizada por la LGTB, una cosa que debería resultarnos simplemente algo divertido y diferente a lo que asistir, o por lo menos curioso, resulta que lo señalamos con el dedo porque no entra dentro de nuestro esquema de lo que debe ser la integración...