[Hilo Oficial] Survival Horror - Goshe nos señala el camino
#37
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Coñe y para emularlo en ps2 no es mejor que os pilléis el port de sh2 que salió en pc? yo al menos es el que jugué. Por aquel entonces iba bien, no sé como irá con windows de ahora.

El port hd ese de consola que horror, la parte de la barca parece que vaya sobre un mar de alquitrán. Debió de ser cuando lo del chapapote delante de los USA roto2 y eso que tengo entendido que sacaron un parche que supuestamente arreglaba bastantes cosas chapuceras.
#38
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Nah, en Rule of Rose es verdad que el combate esta muy roto y que lo convierte en una experiencia un tanto frustrante en ocasiones. Un par de criticas del juego que me gustaron por salirse del sota-caballo-rey habitual en los medios:

Cita:Hay mucha gente que tiene una idea un tanto extraña con respecto a los videojuegos. ¿Nunca habéis oído a alguien decir eso de ÔÇ£si quiero una buena historia me leo un libroÔÇØ? O, ¿ÔÇØun videojuego lo que tiene que hacer es divertir y ya estáÔÇØ?

Por suerte, hay un grupo reducido de gente que no piensa así. Y sobre todo, y lo más importante, de vez en cuando salen a la luz unos cuantos desarrolladores de videojuegos que tampoco lo piensan.

Rule of Rose es un un juego de terror psicológico, un survival horror si así queréis llamarlo. Pero es un juego en el que, por encima de todo, se centran en contar una historia. Una conmovedora y triste historia que, os aseguro, no deja indiferente a nadie.

El juego nos pone en la piel de Jennifer, una preciosa joven de 19 años. Una noche estando viajando en autobús por mitad de un bosque, un niño se le acerca y le da un extraño cuento para que se lo lea. Pero el niño rápidamente se baja del autobús y nuestra protagonista Jennifer corre detrás de él para devolverle el cuento. El autobús arranca de nuevo y nuestra indefensa y desgraciada protagonista se ve sola en mitad de un lugar que no conoce.

El único camino que hay le lleva a un abandonado orfanato en el que unos extraños niños tienen un comportamiento de lo más inquietante. Tras una serie de acontecimientos que no contaré, para no desvelar sorpresas, Jennifer se ve a bordo de un inmenso dirigible en el que la mayoría de su ÔÇ£poblaciónÔÇØ son niños. Investigando un poco descubrimos que en este dirigible existe una especie de jerarquía liderada por niños que siguen un misterioso juego: cada mes todos los habitantes del dirigible tienen que hacer una ofrenda al ÔÇ£club de los aristócratasÔÇØ, si no, serán castigados.

A parte de la historia en sí, que se plantea totalmente atípica y tremendamente interesante, ¿cómo ha acabado Jennifer ahí?, ¿quienes son esos niños?, lo que más destaca es la narrativa de la misma. La forma en la que se nos cuentan los hechos que van sucediendo. Como si todo fuera un cuento, un grotesco y macabro cuento.

Olvidad los juegos en los que todo se nos da masticado. En Rule of Rose todo está contado a base de metáforas y situaciones surrealistas que de una sola pasada no sabremos interpretar. Hay que pararse a pensar, investigar y finalmente atar cabos para darnos cuenta que estamos ante una de las mejores historias narradas en un videojuego (aunque visto lo visto, tampoco es que sea algo complicado).

Rule of Rose es un juego adulto, y así nos lo demuestran una y otra vez sus (magníficas) escenas cinemáticas en las que suceden de todo tipo de humillaciones. A niños incluso. No es de extrañar que en muchos países este juego se hubiera prohibido por su dudosa moralidad.

Otra de las cosas que más destacan, junto con su historia, es su logradísima ambientación. Hemos dicho que estamos ante un juego de terror psicológico. Pero en realidad, pocas veces pasaremos miedo, ni siquiera hay sustos. Es más, casi todos los escenarios están muy iluminados. Entonces, ¿qué tipo de miedo es el de Rule of Rose? Omitiendo el principio del juego y parte del final, en los que la verdad es que sí que se pasa un poco mal, el juego destila una enorme sensación de intranqulidad. No es miedo, es la sensación agobiante de estar a las órdenes de unos extraños niños capaces de todo. Una sensación que pocos videojuegos son capaces de lograr, y eso es algo que hay que elogiar de este.

La parte más oscura de Rule of Rose es su jugabilidad, muy criticada en todos los medios. Aunque el control del personaje es bastante mejor que en cualquier Silent Hill de PS2, a la hora de los combates es un sufrimiento constante. Es verdad que hay muy pocos combates, si queréis acción compraros el Gears of War, pero los que hay nos hacen sudar la gota gorda. También hay que tener en cuenta que manejamos a una niñata que no sabe ni coger un cuchillo, en parte es totalmente normal que ÔÇ£peleeÔÇØ así de mal. Podríamos decir en ese aspecto que es un juego realista. Pero claro, muchas veces algo realista puede convertirse en aburrido. Por lo que necesariamente no tiene por que ser algo bueno.

La estructura jugable, en su tramo final, también peca un poco de repetitiva. Pero por suerte cuando empezamos a estar un poco hasta los huevos de ir de aquí para allá, el juego termina.

Se ha comparado mucho a este juego con Haunting Ground, porque al igual que en ese juego, Jennifer tiene a un perro como mascota que será indispensable para completar muchos acertijos del juego. Personalmente me parece mucho más acertado el papel que juega este perro en Rule of Rose (nos ayudará a seguir el rastro de muchos objetos que tenemos que encontrar), así que más que plagio, lo considero una evolución natural de la idea que Haunting Ground tuvo.

Conclusión:
Rule of Rose es un juego que le da una patada en la boca a todos los tópicos que acarrean los juegos de terror. Tanto en historia, narrativa, ambientaciónÔǪ

Puede que no sea el mejor en su género (¿alguien puede superar a Silent Hill 2?), pero tan solo por el hecho de ser una historia contada a través de un videojuego (no lo que normalmente suele ser; un videojuego con una historia como excusa), ya merece ser jugado.

Lo dicho, recomendado para todo aquel que busque vivir, a través de un videojuego, una buena historia. Una historia triste, pero conmovedora. Una historia que parece salida de la mente de David Lynch. Una historia inolvidable. Aunque ya aviso, un poco difícil de entender.

http://legendsk.com/analisis-rule-of-rose/

Y esta que es un tanto pedante y de la que voy a omitir ciertas cosas que se pueden considerar spoilers, pero que tambien trata al juego desde otro punto de vista

Cita:Mientras me deleitaba y sorprendía con esa rara avis llamada Deadly Premonition, no dejaba de tener una larvada y tenue impresión familiar, como si el cúmulo de sensaciones de que era presa en el momento no fuese del todo nuevo y, sin embargo, en buena medida lo era. Un nombre acudió a mi mente como susurro de vientos lejanos: Rule of Rose. ¿Por qué? Como un tarro de esencias que se destapaba de improviso,┬á el fluir de recuerdos y momentos pretéritos me pintaban un cuadro demasiado caótico como para ser comprendido en su totalidad, en aquel momento en el que trataba de asimilar lo que ante mí se desplegaba en espacio y tiempo muy diferentes, y con otros nombres. ¿Hablaban ambos, quizá, de lo mismo? Resolví aparcar la reflexión, pese a las continuas acometidas del pensamiento. Había pasado mucho tiempo, sin duda.

Tras finalizar la obra de SWERY, me encaminé con ánimo desconcertado, y a la vez ávido de respuestas, a la estantería para tomar entre mis manos esa obra que, años atrás, me llenó de pesadumbre y desconcierto, que me sumió en un m├ñlstrom de cogitaciones furiosas, siniestras. Evoqué el desconcierto pasado, la revelación difusa de un hecho presente, mas no visible a nuestros ojos educados según patrones muy distintos. Dejé de darle vueltas y decidí reencontrarme con una pieza singular, salvaje, surrealista; que se atrevió a mostrar y profundizar en un tema tan delicado como es la infancia, y no de una infancia cualquiera sino de una atormentada y desdichada. Lo hizo, sí, mostrándonos, exponiéndonos en clave onírica, alegórica, ese lado ÔÇ£oscuroÔÇØ de la infancia, de los niños y, por lo tanto, de nosotros mismos, seres humanos a fin de cuentas. Un niño es un ser humano ÔÇ£en estado puroÔÇØ, situado por encima del Bien y del Mal, a los que trasciende como ente no sujeto a ética ni moral alguna. Es nuestra esencia al descubierto, volición en bruto, impulso desenfrenado, sublimación del carpe diem más pedestre, más crudo. Domar semejante naturaleza requiere gran esfuerzo, dedicación y tiempo (bien lo sabemos algunos). Una educación que los guíe y una enseñanza que les dé las armas para ser individuos libres en sociedad.

Pero, ¿qué sería de una sociedad regida por niños? Una sociedad de seres regidos por el capricho más irracional, las reglas más absurdas, sin cadenas ni bridas que los limiten, sin un pasado que los atormente ni un futuro que los constriña, ajenos a cuanto les rodea, habitantes de su propio mundo y protagonistas de su propia historia. ¿Cómo sería? Lo más seguro, un infierno. Al penetrar por segunda vez en la obra de Atlus, mi mente me traza un nuevo paralelismo (esta vez más claro) con la obra espeluznante de William Golding El Señor de las Moscas. Obra que, por cierto, recrea esa sociedad de niños a los cuales su naturaleza humana lleva a organizarse, al margen de toda ética o moral preestablecida, en una tiranía horrenda. Caso similar el que nos ocupa, aunque con un carácter muy peculiar, menos prosaico, más evocador y melancólico. Veamos.

Jennifer despierta de un sueño para entrar en otro. Está sola en el autobús. El súbito despertar le muestra la imagen de un niño sin rostro que le extiende, con ambas manos, un cuento inconcluso: The Little Princess. El ruego insistente, casi insolente, del niño la apremia a terminarlo de una vez por todas. Temerosa, acepta inconscientemente el ofrecimiento. Mientras sopesa el tomo su desconcierto no para de crecer. Una extraña sensación la invade e interpela al crío, pero este se marcha de súbito. Así, movida por resortes poderosos e invisibles sale en pos del infante, se apea del autobús y éste prosigue su marcha. El desconcierto aumenta, no sabe dónde está y, sin embargo, sabe que ha llegado a su destino. En mitad de la nada, la oscuridad más absoluta la invita a adentrarse en sus entrañas. Allí la aguarda un escenario tétrico y desolado, habitáculo de sombras de un pasado remoto y persistente. Allí moran los niños, allí rigen sus normas, allí se dictan sentencias y allí se ejecutan. El ÔÇ£gobierno de los mejoresÔÇØ, la Aristocracia de la Cera Roja.


(....)

Ese tono nihilista que impregna la obra nos lleva insistentemente hacia una misma conclusión certera: la maldad inherente al ser humano es algo que late con fuerza centrífuga, impregnando a cuantos rodea. Aquí la situación es que esa maldad, no consciente de sí misma, fluye libremente sin detenerse a calibrar consecuencias. La naturaleza humana se revela entonces en toda su pureza; realmente contemplamos cómo ese impulso de destrucción, de genuino disfrute con el dolor ajeno, la pulsión de constreñir y dominar la voluntad de los demás se expande sin control ni mesura. No hay límites. El horror se desata.

La hipótesis es sólida. Nada nos hace ver que sea una macabra fabulación. La infancia es un terreno oscuro y hostil al que solemos contemplar con ojos benévolos porque la sabemos embridada, subyugada por voluntades más poderosas. Pero existe otra cara menos visible, igualmente inteligible, y que permanece en segundo plano. De cuando en cuando muestra su verdadero rostro en pequeños actos deleznables, carentes de todo propósito que vaya más allá de lo inmediato, la inocente travesura. Esa fuerza que pugna por manifestarse, por ejercer su imperio del deseo más oscuro y enloquecedor, y que anhela hacerlo sobre otro ser vivo. La inocencia, el único estado que no permite ser juzgado ni calificado, la bondad más absoluta y la maldad más extrema alternándose en violentos vaivenes. Esto es lo que se contempla en bruto en Rule of Rose, lo que entra por los ojos, lo que escandaliza y repugna al jugador poco avisado.

No obstante, el juego se nos presenta envuelto en una suave aureola de melancolía, de tierna evocación, casi de añoranza. Y el contraste es notable pues, incluso en los momentos más críticos o de mayor algidez nos sentimos como arropados por este suave manto de sosiego, como si estuviésemos leyendo el más añejo y bello de los cuentos. A ello contribuye sin paliativos la excelente banda sonora de Yutaka Minobe, que vuelve a sorprendernos con su ilimitada capacidad melódica, pura poesía musical, para traducir las imágenes y hechos y darles un carácter peculiar, conduciendo con habilidad de taumaturgo nuestras sensaciones y emociones más profundas por caminos insospechados. Ya nos sorprendió de igual manera a aquellos que tuvimos la fortuna vivir aquella no menos hermosa aventura llamada Skies of Arcadia, en nuestras fieles Dreamcast. Algo que, sin duda, merecerá nuestro comentario en lo venidero.

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Y es que dentro de lo terrible, como reza en el propio juego, estamos ante una historia hermosa, porque toda evocación de ese periodo de la niñez necesariamente lo es. Una hermosura cruel, pero no por ello menos bella y evocadora. Pues la maldad puede ser bella. Algo hay en nuestro interior que se resiste a toda moral y que constantemente nos lleva a contemplar lo terrible, lo grotesco, lo despiadado con un interés y un placer inconfesables. Es el morbo que produce el dolor y el sufrimiento ajeno, es esa pulsión irracional que nos lleva a ejercer sobre otros el mal, es la fascinación por lo depravado, por lo oscuro. Ésta es la llaga sobre la que no nos gusta que se ponga el dedo. Nos resistimos a aceptar que el mal es constitutivo de nuestra esencia, que forma parte de nosotros como algo genuino y que está ahí, quizá acallado, anulado pero que, de cuando en cuando se manifiesta en pequeños actos, y en otros casos en los grandes.

Rule of Rose plantea un tema tabú, sobre el cual ejercemos tenaz autocensura porque no nos gusta reconocer que nuestra naturaleza sea así. Esto lo convierte en una obra transgresora, única dentro de este mundillo, ciertamente atrevida, osada y tremendamente incorrecta. Por supuesto cuenta más, muchísimo más, pero todo acaba redundando en torno a la misma idea. Nos repugna, sí, pero también nos atrae. Estas obras nos fascinan y asombran, nos repelen y escandalizan, todo a un mismo tiempo. Las sensaciones y pensamientos encontrados nos sumirán en una confusión que parece retroalimentarse. La obra evita pronunciarse en una sentencia definitiva, la última palabra es del jugador. Es una obra maldita, lo es en muchos sentidos, porque se atreve a mostrarnos una realidad inquietante y odiosa para nosotros, y lo hace por medio de ese periodo de nuestras vidas que tan querido nos resulta (o no): la infancia. No habla mal de la infancia, al contrario. Habla con franqueza de nosotros mismos, seres humanos, mostrándonos sin tapujos tal como somos, o┬á podemos ser. No es lo ideal, pero es real. La otra cara de una realidad que nos asusta y fascina a un mismo tiempo.

http://sustineetabstine.wordpress.com/20...as-oscura/
#39
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Doy mis dies a este hilo sisi
[Imagen: firma.jpg]
Miembro de la iglesia Pachteriana. ¡ALABADO SEA EL PROFETA!
#40
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A mi el Rule of Rose es de los pocos juegos que me faltan por conseguir para mi coleccion de PS2. Esta jodido de encontrar el cabron...
#41
Cita
@Tas
Me ha gustado esa primera review, me ha suscitado aún más curiosidad de la que tenia por ese RoR.

La segunda en cambio me la he imaginado narrada por un pedante en batín delante de su chimenea de leña, no he podido soportar leer mucho porque hasta me estaba cabreando XD
#42
Cita
Yo me las he saltado porque ya me lo has vendido jajaj, prefiero que me sorprenda el juego por sí sólo. mola
Una última cosa, esta en español?
#43
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Otro juego que habría que tener siempre en recuerdo es Haunting Ground, que tiene sus cosas que lo hacen diferente.

Ya me extenderé más con un largo listado de juegos de terror que tendríamos que tener en cuenta, que algunos son más o menos desconocidos, como por ejemplo Kuon.

[Imagen: kuonp2058_m.jpg]
#44
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Si, aunque la traduccion falla un poco. No recuerdo exactamente cual era su calidad como traduccion en si, pero hay veces que puntualmente se cuela alguna linea en aleman o ingles...
#45
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(17-05-2014 20:09)Rivera link escribió:Ya me extenderé más con un largo listado de juegos de terror que tendríamos que tener en cuenta, que algunos son más o menos desconocidos, como por ejemplo Kuon.

Este quise jugarlo, pero no se si es que estaba en ingles o que no encontraba a nadie que me lo prestase....
#46
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Pues me llama bastante el Rule of Rose. No lo conocía y es de ese tipo de juegos que pensé que iba a tener cuando me compré la PS3 al ser japonesa ya que fue de lo que eché de menos en la primera Xbox con respecto a PS2.
#47
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(17-05-2014 20:12)Tas link escribió:Este quise jugarlo, pero no se si es que estaba en ingles o que no encontraba a nadie que me lo prestase....

Yo lo quiero jugar, lo tuve original y lo regalé cuando me petó la PS2, no lo terminé de entender, me pareció bastante enrevesado en sus inicios (el mapeado), en inglés y con un sistema de combate alejado de lo habitual del género, enfocado a algo más dinámico y con magias o algo así.

Pero viendo cosillas es muy Project Zero, puzzles jodidos, cámaras muy bien colocadas y todo el rollo terror japones niña fujitsu de mierda roto2
#48
Cita
Yo ya os digo que Rule of Rose en mi opinion merece mucho la pena como historia y experiencia, pero teniendo en cuenta que como juego tiene muchas limitaciones por el control y un sistema de combate que es atroz.

Y teniendo tambien muy en cuenta que la historia no se digiere facilmente, ya que esta muy fragmentada y hay muchas situaciones que solamente se intuyen o se muestran de forma alegorica.

Si eso no os supone un problema, o incluso os gusta, adelante, porque seguramente lo vayais a disfrutar mucho. En caso contrario mejor que no os acerqueis a menos de 50 metros o acabareis deseando poder tirarme el juego a la cabeza.


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