Bueno, ahora que no me mandan nada en el trabajo, actualizo un poco.
Ken ya ha descubierto el secreto más profundo, el mismo génesis del Hokuto Shinken, y con ello va a enfrentarse definitivamente a un Kaio que es el poder encarnado. Por el camino ha habido muertos ilustres, ha habido temas de sangre, ha habido giros argumentales 'porque lo digo yo, soy Buronson' que mientras sigan ofreciendo dibujazo, leña y violencia me valen.
Vale, ahora quiero hablaros de la "serie" de Spiderman Simbionte. Resulta que Peter David en la máquina de escribir, y Greg Land en la mesa de dibujo están contando historias 'no contadas' de cuando Spidey llevaba el traje negro tras las primeras Star Wars. Y cada vez de forma más loca. En esta tercera mini, le meten dentro del arco de La Encrucijada de la colección de Hulk, aquel momento tan especial donde el bicho verde se ponía a recorrer mundos y dimensiones, y donde conoceríamos de donde viene precisamente la bestia, antes de que la bomba gamma la liberase.
Pues metemos por ahí no ya a Spiderman, sino a otro paquete de personajes, en otra historia loca y muy divertida aprovechando un marco perfecto para hacerlo y que no deje huella de retrocontinuidad ¡Hasta los putos Eternos salen, CHAPÓ SEÑOR DAVID!
Sigo con Marvel, y esta vez con algo que sí es, o va a ser pura continuidad. Kang va a hacer su irrupción en el cine, aunque ya le hemos visto asomar la pezuña en... Y es un momento cojonudo para devolverlo a primera línea en los tebeos y convulsionar todo el panorama editorial. Todo ello presentando en una simple grapa: Intemporal.
Resulta que Kang... o más bien, Nathaniel Richards (sí, sí, como el papá de Mr. Fantástico... pero no es él, pero hizo otro hijo en el futuro del que descenderá el señor de la guerra del tiempo)... quieren dejar constancia de su historia. Se buscan al viejo ese que es biógrafo. Y tenemos tanto una "presentación de novedades" a lo Marvel Legacy Alfa, como una historia con peso específico y que además reorganiza el casi indomable trasfondo del personaje. Kang viene para probarse y probarnos a nosotros como lectores.
Y Los Vengadores de Aaron siguen con esa nueva encarnación de los Señores del Mal destruye-tierras, mientras en el punto de partida el misterioso Vengador Original orquesta el restaurar todo el daño que están haciendo. Pero gracias a la grapa de este mes me he enterado de por qué las diferentes Tierras tienen en la Marvel ese número... por el año y mes donde aparecen por primera vez en los cómics. Así, la realidad clásica es la 616 porque aparece en junio de 1961. Por consiguiente, en la grapa de este mes vemos la Tierra 226... con mucha previsión en edición y publicación tanto estadounidense como internacional parece ser.
Por su parte, el Hulk de Donny Cates sigue en esa macarrada a la que no termino de verle el rumbo, y hasta el interés, algo se tendrá que hacer con esa "Nave Hulk" que meterla en putas realidades alternativas, aunque el dibujo de Ryan Ottley hace que al menos el viaje sea espectacular. Para el mes que viene, un Spiderman picado por una araña radiactiva gamma. Veremos que sale de ahí.
Y un par de obras de esas independientes.
Para los que seas de amor a los animales, y los dramas en cómic os lleguen, echadle un ojo con unos cleenex al lado a El perro enamorado de las estrellas. Es una expresión para referirse a un perro que intenta alcanzar lo imposible, aunque algunas cosas sí puedan serlo.
Todo empieza con un perrito recogido en una caja en plena calle. Su nueva familia le llamará 'Happy', y todo irá bien durante un tiempo. Pero un drama familiar dejará a Happy viviendo solo con el cabeza de familia, en un viaje con un final claro. A través de él, aparecerán luego una serie de historias interconectadas con personajes y momentos que establecen lazos con esa MUY dramática historia inicial.
Con la primera historia lloré como un cabrón. Y otras me dejaron un nudo en la garganta. La de la anciana depresiva con el perrito enfermo me tuvieron en un puto pañuelo página a página. El final del tomo, con una de esas conexiones que digo, me parece soberbio, pone broche y redondea a su manera todo lo que hemos ido pasando.
Y paro de momento con uno de los fetiches de mi infancia, El Imperio Trigan. Los lectores maduros españoles recordarán las historias del planeta Elekton, el emperador Trigo, y su visión de un imperio cada vez más creciente, que mezclaban ci-fi de esa naif con diseños clásicos históricos, en un señor dibujazo, apareciendo en las revistas habituales de Bruguera de los años 80, aunque luego también sería publicado por otras editoriales.
El guion es bastante 'blanco' pero muy funcional en la serie de historias cortas que componen el primer volumen del recopilatorio, narrando hechos muy potentes y hasta dramáticos, que se terminan resolviendo con un 'todo ha ido bien, amigos' en muchas ocasiones. Pero el viaje que propone es divertido, y sobre todo. Es que el dibujo es monstruoso.
Hoy día se puede ver como un poco rígido y narrativamente muy clásico... pero es que esto empezó en el año 65 y aún hoy día te da una hostia en la cara por el uso del coloreado y el diseño más pictórico, que por lo visto no se hacía con pincel o acuarelas como sería lo suyo con esos acabados, sino con simples tintas.
La verdad es que entre ese dibujazo y que el guion e historias cumplen perfectamente aún con esa sencillez, pues se disfruta. Y sin pretender denostar al comparar, esto ha envejecido mucho mejor que cosas como el Eternauta, del que se lleva pocos años, aunque también recomiendo su lectura.
Ala, vuelvo al no-mucho-trabajo.