Era justo la noche anterior a la gran feria del videojuego, el ladrón alcanzó la cristalera superior y con un intrincado utensilio recortó un agujero adecuado a su gran tamaño para colarse en el recinto. Con mucha prisa, el ladrón iba escondiéndose detrás de los stands de compañías de medio pelo para evitar que los guardias de seguridad le vieran deambulando por el lugar y conseguir llegar hasta su objetivo final: la sala de Microsoft.

Finalmente consiguió llegar al lugar, pero por desgracia estaba cerrado con llave. Tuvo que ingeniárselas para forzar la cerradura con una ganzúa tal como había aprendido a hacer en el Skyrim. Con gran esfuerzo consiguió forzar la cerradura y entró sigilosamente, pero para su desgracia en su interior estaba Geoff Keighley practicando cibersexo vía Kinect. ÔÇ£ALERTA LADR-ÔÇ£ fue lo único que le dio tiempo a decir antes de que el ladrón le dejara inconsciente con un gamepad de Wii U que había en la mesa, entonces se fue corriendo a los ordenadores que había preparados para la conferencia del día siguiente y borró una serie de archivos de video que había en todos ellos.

Tras borrarlos salió corriendo, volvió a salir por donde había entrado y ya en la cornisa se paró┬á a descansar un minuto. Se quitó el pasamontañas dejando ver una frondosa barba, se colocó las gafas y mientras se encendía un puro dijo ÔÇ£Trailer de Half-Life 3 mis cojonesÔÇØ. Se puso en pie y se dirigió a su hogar, las oficinas de Valve.


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El hilo queda abierto para impresiones y demás historias. El autor se mantendrá en el anonimato.

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