27-05-2012 23:15
Hola.
No he abierto este post (un poco homenaje/parodia al título del programa) para echar en cara que seguramente muchos habéis contribuido a que llegase el rápido final de Buenafuente (aunque igual había pensado hacerlo), sino para transmitir algunas cosas, absurdas todas ellas, y sin utilidad practica, como debe ser, que he sentido al ver este último programa de "Buenas noches y Buenafuente".
La primera es que a pesar de que he sido seguidor acerrimo del programa desde su estreno en esa cadena de anuncios, que de vez en cuando pone programas y series, llamada Antena 3, incluso pasando por su traslado a la Sexta, no he sentido "tristeza" al ver que el de hoy sería el último programa de el renacimiento de Buenafuente. Durante todo el programa he disfrutado ese sentimiento que ha querido transmitir Andreu de ser una despedida entre amigos, algo efimero, disfrutar de algo que realmente no te pertenece y que hay que saber aprovechar cuando se te ofrece, y dejar marchar cuando toca.
Lo segundo es que me he vuelto a dar cuenta de que no se aprecia algo lo suficiente hasta que lo pierdes, y es que durante estas seis, siete, o yo que sé porque tampoco he echado la cuenta, semanas que ha durado el programa, he pasado una hora y media o dos disfrutando del programa junto a mi padre, echandonos los dos unas risas en compañia. Ahora ya no tenemos ese punto de reencuentro de los Domingos por la noche, y es de los pocos que tenemos, así que también me he dado de cuenta que le programa me había servido para esto.
La tercera es que la despedida ha sido inmejorable, al verlo sé que muy posiblemente ya no vuelva a haber nunca más "Buenafuente", de hecho lo raro es que de por si en Antena 3 hayan decidido volver a dar vida al programa, pero eso deja de ser triste cuando ves a gente que realmente parece disfrutar con lo que hace, y que intenta hacerlo todo por sacarte una sonrisa. Creo que buena parte de esto tiene la culpa de que el humor absurdo que abunda en el programa me guste, saber que las risas que genera son merecidas.
Y bueno, para terminar, aprovecho lo absurdo del post para dirigirme a Andreu y decirle que le seguiré la pista para ver si vuelve a hacer pinitos en la TV, aunque sea como guiño en la peli de Torrente de turno, pero que no se ponga a hacer teatro, ya que me pilla un poco lejos de la puerta del sofá.
Un saludo.
No he abierto este post (un poco homenaje/parodia al título del programa) para echar en cara que seguramente muchos habéis contribuido a que llegase el rápido final de Buenafuente (aunque igual había pensado hacerlo), sino para transmitir algunas cosas, absurdas todas ellas, y sin utilidad practica, como debe ser, que he sentido al ver este último programa de "Buenas noches y Buenafuente".
La primera es que a pesar de que he sido seguidor acerrimo del programa desde su estreno en esa cadena de anuncios, que de vez en cuando pone programas y series, llamada Antena 3, incluso pasando por su traslado a la Sexta, no he sentido "tristeza" al ver que el de hoy sería el último programa de el renacimiento de Buenafuente. Durante todo el programa he disfrutado ese sentimiento que ha querido transmitir Andreu de ser una despedida entre amigos, algo efimero, disfrutar de algo que realmente no te pertenece y que hay que saber aprovechar cuando se te ofrece, y dejar marchar cuando toca.
Lo segundo es que me he vuelto a dar cuenta de que no se aprecia algo lo suficiente hasta que lo pierdes, y es que durante estas seis, siete, o yo que sé porque tampoco he echado la cuenta, semanas que ha durado el programa, he pasado una hora y media o dos disfrutando del programa junto a mi padre, echandonos los dos unas risas en compañia. Ahora ya no tenemos ese punto de reencuentro de los Domingos por la noche, y es de los pocos que tenemos, así que también me he dado de cuenta que le programa me había servido para esto.
La tercera es que la despedida ha sido inmejorable, al verlo sé que muy posiblemente ya no vuelva a haber nunca más "Buenafuente", de hecho lo raro es que de por si en Antena 3 hayan decidido volver a dar vida al programa, pero eso deja de ser triste cuando ves a gente que realmente parece disfrutar con lo que hace, y que intenta hacerlo todo por sacarte una sonrisa. Creo que buena parte de esto tiene la culpa de que el humor absurdo que abunda en el programa me guste, saber que las risas que genera son merecidas.
Y bueno, para terminar, aprovecho lo absurdo del post para dirigirme a Andreu y decirle que le seguiré la pista para ver si vuelve a hacer pinitos en la TV, aunque sea como guiño en la peli de Torrente de turno, pero que no se ponga a hacer teatro, ya que me pilla un poco lejos de la puerta del sofá.
Un saludo.