Aquel que ansía almas
#1
Cita
[html]<p style="text-align: justify;">El cielo gris no permitía el paso de los rayos del sol desde hacía ya varias semanas, pero tampoco concedía una sola gota de agua que reabasteciera las reservas. Daba la sensación de que el tiempo se había detenido y aquel infinito encapotado no invitaba a pensar que algo pudiese cambiar.<!--more</p>
<p>Sobre las imponentes murallas sólo había desorden y soledad, restos de puestos de guardia, ropas sin dueño y suciedad. Nadie se había entrometido en su camino, nadie le había permitido el paso y nadie se lo había prohibido, pero cuando quiso acercarse a la puerta de la primera torre de vigilancia algo le pareció aún más extraño.</p>
<p style="text-align: justify;">ÔÇ£¿Niebla?ÔÇØ pensó, deteniendo el paso. Hasta donde alcanzaba la vista (horizontes muy lejanos desde aquella elevada posición) no había rastro de niebla. Las nubes formaban un techo que parecía macizo, pero a muchos metros de altura.</p>
<p style="text-align: justify;">Orh estiró el brazo, atravesó la capa de extraño humo y tocó la madera de la puerta. No era niebla; no era algo tan imperceptible al tacto. Parecía un manto de algún material transparente, una especie de velo mágico del que no había oído hablar jamás. Aún desconfiado, retiró la mano y colocó la suela de su bota derecha sobre la puerta: no quería entrar sin ver antes hasta dónde llegaba esa nube incolora que la cubría. Con un fuerte empujón, la puerta cedió y pudo comprobar que al otro lado no había nada extraño, sólo aire, suelo, murosÔǪ lo que era de esperar. Apartando la cortina humeante se coló en la torre y siguió adelante. Todo aquel ambiente le había puesto en estado de alerta, aunque aún no sabía si tendría algo que temer.</p>
<p style="text-align: justify;">Tras comprobar que la estancia estaba completamente deshabitada, continuó por el otro lado. No esperaba tener que ir tan lejos para encontrar a alguien que pudiese recoger la carta que debía entregarle al rey Allant.</p>
<p>Sus malas sensaciones se vieron mayormente justificadas cuando llegó frente a la segunda torre de vigilancia y pudo comprobar que su entrada estaba totalmente derruida y el paso era imposible. ¿Qué había ocurrido en los dominios del rey? Él no vivía en las provincias más cercanas a su castillo, pero era demasiado extraño no haber recibido noticias de cualquier suceso grave en la morada de su alteza.</p>
<p style="text-align: justify;">Ante la falta de opciones, Orh se deslizó por la pared interior de la muralla y fue a parar junto al canal de desagües del castillo, por donde podía proseguir hacia una zona interior. En medio del canal, sobre el agua, pudo ver unas formas raras dibujadas con una luz rosa. Se acercó a inspeccionar el lugar y comprobó que se trataba de un mensaje: la luz dibujaba letras, no había duda.</p>
<p style="text-align: justify;">ÔÇ£Prepara tu armaÔÇØ decía el texto mágico. Mientras hacía caso del aparente consejo, demasiadas preguntas invadían su mente. ¿Qué clase de conjuro mantenía ahí ese mensaje? ¿De parte de quién? ¿Por qué necesitaría usar su arma en el castillo de su rey? Ya no sabía ni qué imaginarse, todo era demasiado extraño como para estar preparado. Simplemente siguió adelante espada en mano.</p>
<p style="text-align: justify;">Llegó a la zona cubierta y vio al fondo unas escaleras de madera en espiral, bajo las cuales había una figura humana. Cuando estuvo suficientemente cerca, observó que esa persona parecía muy enferma, estaba excesivamente delgada y tenía la ropa hecha jirones. También se percató de que llevaba una daga oxidada y ensangrentada en la mano derecha.</p>
<p style="text-align: justify;">Antes de que pudiese decir nada, se posicionó en defensa para esquivar el fiero ataque del escuálido personaje al tiempo que lanzaba un corte a su espalda por la izquierda. El golpe mortal tumbó para siempre al desgraciado adversario.</p>
<p style="text-align: justify;">ÔÇ£No tiene piel. Es un cadáver andanteÔÇØ pensó Orh. Todo lo acontecido últimamente era demasiado extraño, así que tampoco se paró a meditarlo mucho tiempo. En cualquier caso, no podía volver sobre sus propios pasos, pues la pared de la muralla por la que había descendido era demasiado alta como para trepar, así que continuó por el único camino posible y subió las escaleras.</p>
<p>En los instantes siguientes se encontró con muchos enemigos de similar naturaleza al anterior. Tuvo que acabar con todos para lograr abrirse camino hacia el castillo, donde esperaba encontrar un ambiente más agradable o, al menos, algo de ayuda. Quizás esos despreciables seres sedientos de sangre no eran rivales excesivamente duros para un guerrero bien entrenado como él, pero la soledad en la batalla resultaba insoportable.</p>
<p>Las estancias eran cada vez más amplias y mejor elaboradas, por lo que Orh intuía que se estaba acercando a las salas del castillo real. Tras un pequeño jardín, se topó de lleno con un majestuoso pasillo acabado en una imponente fila de escaleras, guardadas por un guerrero de pesada armadura. En lugar de lanzarse al ataque como los anteriores contrincantes, el guerrero se acercó con firme paso y escudo en alto. A través del casco podían verse dos brillos intensos, como si sus ojos estuvieran prendidos por una llama azul.</p>
<p style="text-align: justify;">Aunque intentó mediar palabra, Orh no esperaba respuesta. No se equivocaba. El imponente adversario avanzaba impasible, dispuesto a batirse en duelo sin declaraciones de por medio. Orh se apresuró a equipar su ligero escudo y adoptó de nuevo pose de lucha. El cruce de espadas fue brutal, saltaron chispas y resonaron techos y paredes. Aquel guerrero era extremadamente fuerte, de modo que haría retroceder irremediablemente a su oponente. Por suerte, con aquella armadura no podía gozar de movilidad y rapidez igualmente excepcionales. En la segunda embestida, Orh rodó esquivando el ataque y situándose en el flanco de su rival; cuando éste quiso responder con una segunda acometida se topó con el canto del escudo que rechazaba y desplazaba su arma, dejando el cuerpo totalmente desprotegido. El contraataque fue mortal, la espada de Orh atravesó el estómago del guerrero y el siniestro brillo de sus ojos se apagó para siempre.</p>
<p style="text-align: justify;">No perdió el tiempo y se apresuró a subir las escaleras, sobre las cuales encontró otra neblina mágica como la que había en la puerta de la primera torre de vigilancia. Pasó a través de ella directamente y al salir por el otro lado su rostro se quedó helado, con los ojos abiertos como platos. Un demonio gigante, con un hacha no menos impresionante en las manos, estaba justo frente a él. Antes de poder reaccionar siquiera, un golpe le dejó aturdido en el suelo. Cuando abrió los ojos sólo veía sangre a su alrededor, y al intentar levantarse recibió otro ataque en la espalda que le partió el cuerpo en dos pedazos.</p>
<p>No había pasado mucho tiempo cuando volvió a despertar. Mientras recobraba el sentido, oía una voz femenina que le hablaba sobre un nexo, almas, cuerpos y demonios. Al mirar cuanto le rodeaba comprendió que no tenía ni idea de dónde estaba: un enorme templo de roca y cristal se alzaba a su alrededor. Quizás era el más allá. Y debía serlo, porque él mismo se sentía extraño, ligero, y veía cómo su cuerpo irradiaba un brillo espectral. A su lado había un hombre envuelto en un aura similar al suyo sentado sobre un bordillo.

ÔÇô¿Dónde estoy? ¿Acaso no acabo de morir? ÔÇôle preguntó.

ÔÇôYa te lo ha explicado la Dama de NegroÔǪ estás en el nexo, lugar de paz y descanso para las almas que luchan contra los demonios.

ÔÇô¿Contra los demonios? Yo no he luchado contra nadie, no queríaÔǪ

ÔÇôMala suerte. No eres el primero que llega aquí sin saber por qué, pero el nexo ha atrapado tu alma y no creo que vaya a liberarla.

ÔÇôAtrapadoÔǪ aquíÔǪ ¿para siempre?

ÔÇôAl menos hasta que recuperes tu cuerpo y huyas, o hasta que tú o cualquier otro logre llegar al Demonio Antiguo y vencerle para liberarnos a todos.

Orh no terminaba de entenderlo, pero no podía estar callado.

ÔÇô¿Y qué haces aquí parado, entonces? ÔÇôPreguntó al fin.

ÔÇôLo lógico: esperar a que eso suceda. Te recomendaría hacer lo mismo, pero la gente suele ser demasiado impaciente como para recordar que tiene miedo al dolor. ÔÇôContestó con una sonrisa.</p>
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<p style="text-align: justify;">El presente texto forma parte del concurso de escritura de nuestro foro.</p>
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(Ultima edición: 16-10-2012 13:12 por Chris Walken.)
#2
Cita
Recordar que para visualizarlo bien tenéis el blog:

http://33bits.es/


Me ha gustado. Qué penica no poder jugar al Demon's Soul.


[Imagen: metroid-2.gif]
#3
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Lo he leido hace unos minutos y la verdad es que esta muy currado (me ha gustado sobretodo porque describe muy bien todo lo que es el principio y ademas ha dado el toque basico con el Vanguardia, que es desaparecer en un abrir y cerrar de ojos xD). Por lo demas, y mas siendo por aqui, yo lo hubiera acompañado con algun tema del juego como "Tales of Old"

Este juego da para muchos textos y muchas interpretaciones.

¡Un buen trabajo!
#4
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Impresionante, me lo he leido entero y me ha atrapado hasta el final y representa fielmente la esencia de Demon's Souls, enhorabuena al que lo haya escrito.
[Imagen: FIRMAFOROPARAUNELIOPUTA.jpg]
#5
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No esta nada mal. Como dicen más arriba, Demon's Souls da para muchas historias e interpretaciones. Una sobre las sensaciones que produce el "laberinto vertical" del segundo mundo estaría genial.
#6
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Otro artículo que me he leído a pesar de no haber jugado al juego. Esto ya parece un Meritrivia. lol: Este me ha gustado más. Creo que traslada mejor el ambiente que supongo que tendrá el juego.


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