Matt Thorson, responsable de Towerfall, ha anunciado que su nuevo juego, Celeste, se publicará en enero de 2018.

Cambia, así, la ventana de lanzamiento esperada (de abril de 2017 a enero del año que viene), pero no las plataformas a las que quieren llegar: siguen siendo PS4, Steam (Windows y Mac) y Switch.

En el comunicado donde se da la noticia, Thorson explica que su juego (un plataformas en 2D en el que hay que escalar una montaña llena de desafíos de salto y esquiva que parecen muy exigentes; arriba tenéis un tráiler para comprobarlo) se podría haber beneficiado de los primeros meses de vida de la nueva consola de Nintendo, aunque echando la vista atrás la posibilidad de lanzarlo en abril le resulta «optimista hasta la risa».

Parece que el proyecto ha crecido considerablemente. Al principio, Thorson y su equipo esperaban entre 200 y 300 niveles enlazados con una narrativa minimalista, lo justo para mantenerlos enlazados sin quitarle interés al plataformeo. «Ahora tenemos más de 500 niveles y parece que llegaremos a los 600 muy pronto», escribe Thorson. «La narrativa de Celeste ha crecido hasta ser una parte esencial de la experiencia, y quizá el aspecto del juego del que más orgulloso estoy a título personal, porque nos esforzamos mucho. Cada capítulo del juego presenta ideas grandes y ambiciosas por las que apostamos a pesar de que sentíamos todo el rato que quizá no podríamos llevarlas a cabo, antes de llevarlas a cabo por completo».

Así, «ahora es obvio que sacar este juego antes de enero sería un gran error», porque «merece sitio para respirar y llegar a ser todo lo que puede ser, y por fortuna podemos permitirnos darle ese espacio».

Se pierden la ventana de lanzamiento de Switch (aunque están «agradecidos por la confianza de Nintendo en nosotros y el juego»), pero la forma que tiene Thorson de hablar sobre su juego me resulta prometedora. Puede ser una pequeña sorpresa para empezar el año que viene. Aquí podríamos recordar eso que dijo Miyamoto de que un juego retrasado acaba siendo bueno, pero uno apresurado es malo para siempre.

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