Un documental inédito para celebrar 10 años de aventuras, compañerismo y /bailes por todo Azeroth y más allá.
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Lo he estado viendo por encima, tengo que echarle un vistazo mucho más profundo. Me ha encantado cuando la gente comienza a decir qué sintieron cuando mataron por primera vez a Arthas......yo esa expansión no la jugué, pero sé lo que están diciendo porque sentí eso mismo cuando cayó por primera vez Ragnaros u Onyxia.

(12-11-2014 00:27)Jagang link escribió:Lo he estado viendo por encima, tengo que echarle un vistazo mucho más profundo. Me ha encantado cuando la gente comienza a decir qué sintieron cuando mataron por primera vez a Arthas......yo esa expansión no la jugué, pero sé lo que están diciendo porque sentí eso mismo cuando cayó por primera vez Ragnaros u Onyxia.

Entre tú y el documental vais a hacer que acabe cayendo un día de éstos, y no quiero caer en la droga ésta del demonio.

Esa droga es buena, y si la sabes administrar mucho más. Yo quiero, deseo volver a jugar, pero no lo haré.

A mí se me hizo memorable hacerme karazhan con mi hermandad de entonces, Barones de la birra (antes estuve con Corona en otra, pero mis personajes eran poco más que biberones); y más tarde con Gruul, ya que solo pude tener mis personajes empepinados en la primera expansión. Vaya euforia que hubo por el ventrilo... parecía que nos había tocado el euromillón. Y es que éramos una hermandad modesta en un servidor aún más pequeño, Shen'Dralar.

Moríamos mucho, pero la ilusión que tenía aquella hermandad para intentar 20 o 30 veces una raid hasta que llegásemos al final era contagiosa. Avanzábamos con mucho ensayo y error. Mi personaje principal era un brujo con DOTs y recuerdo que le daba a las teclas de cambio de objetivos y dots diversos como si fuese un novelista puesto de café que ha de acabar faena atrasada.

Es el mejor juego que he jugado jamás y consecuentemente el que más horas me ha robado de mi vida, no me arrepiento de ello, pero como el compadre Jagang menciona si se usa mal se puede quedar uno atrapado hasta el ojete. Nada recomendable para gente con personalidad proclive a adicciones.

Yo en la Burning hice el esfuerzo de dejar la droga y lo conseguí. Mis amigos me decían que ahora no podía dejarlo que había una falta de tankes muy grande, pero yo estuve firme y no volví.
Me jodió mucho porque Karazhan, una vez que la vi cuando volví años después, era una mazmorra muy muy guapa.

Mi Warlock estuvo en pie como un campeón hasta la caida de Arthax, encontré divertimendo en conseguir dragones (abisal, verde salido de huevo, azul de un boss...), y luego como buen ingeniero me hice una moto custom. La siguiente expansión la jugué por encima dedicandome a hacer las quests y ahí lo dejé.