12-02-2016 00:14
Una pena el inicio del segundo tiempo en la ida. Con 2-0 la cosa era perfectamente disputable en Vigo, pero a falta de 50 minutos se fueron arriba a lo desesperado y lo único que consiguieron es regalar dos goles al Sevilla y dejarlo imposible. El partido era una sangría, no salía nada y lo más inteligente era dar por bueno el 2-0, o al menos tener cabeza a la hora de intentar algo, pero no exponerte tanto a un rival que daba 3 pases y se plantaba ante el portero.
Si en casa eres superior, en juego también, te sale una noche nefasta y te pones perdiendo, piensa que queda casi una hora y si tienes que jugártelo todo al menos espera al 75", pero con tanto tiempo por delante o marcas goles -cosa difícil- de golpe o te caen más de lo previsto.
Del Valencia no digo lo mismo porque el Valenciua no da dos pases desde hace 3 meses, pero el Celta podría haberse re-hecho perfectamene si no se la va la olla al verse hundido por "sólo" un par de goles con casi una hora por delante y un partido en casa que jugar. Además es algo impropio de un equipo que sabe jugar la bola, que sabe que cociendo el juego va a acabar teniendo una sí o sí, como el Bar├ºa cuando parece que duerme el balón 10 minutos y el rival se confía en la defensa esperándolo pero al final la que tiene es andando debajo del larguero si hace falta, porque a la larga el balón se impone salvo un día malo.
(Ultima edición: 12-02-2016 00:20 por Rivera.)
Si en casa eres superior, en juego también, te sale una noche nefasta y te pones perdiendo, piensa que queda casi una hora y si tienes que jugártelo todo al menos espera al 75", pero con tanto tiempo por delante o marcas goles -cosa difícil- de golpe o te caen más de lo previsto.
Del Valencia no digo lo mismo porque el Valenciua no da dos pases desde hace 3 meses, pero el Celta podría haberse re-hecho perfectamene si no se la va la olla al verse hundido por "sólo" un par de goles con casi una hora por delante y un partido en casa que jugar. Además es algo impropio de un equipo que sabe jugar la bola, que sabe que cociendo el juego va a acabar teniendo una sí o sí, como el Bar├ºa cuando parece que duerme el balón 10 minutos y el rival se confía en la defensa esperándolo pero al final la que tiene es andando debajo del larguero si hace falta, porque a la larga el balón se impone salvo un día malo.