04-04-2021 01:47
Voy a intentar rememorar todo lo visto en las últimas semanas:
El túnel (2019). Los noruegos parece que le han cogido algo de gracia a las pelis de catástrofes, o al menos llevo vistas algunas entre esta, La ola y Terremoto. En este caso hay un accidente en un túnel de varios kilómetros que termina produciendo fuego, lo que convierte al sitio en una ratonera. Aceptable.
Jungleland (2019). Un par de hermanos, uno boxeador y el otro su entrenador y manager (Charlie Hunnam, el prota de Sons of Anarchy), son dos matados que no consiguen triunfar en el mundillo de los guantes. Creía que ib a ir más de boxeo, pero apenas se ven tortas. La peli se centra más en su relación, que no es tan sana, a la vez que mete algunos ingredientes de mafioseo y road movie.
Bajocero (2021). Thriller con ese bajito llamado Javier Gutiérrez que me encanta ver en pantalla. En este caso le toca meterse en el pellejo de un funcionario de prisiones que tiene que trasladar a unos presos en un furgón, y claro, algo tiene que ocurrir de camino. Me gustó más la primera parte de la peli que la segunda.
Ártico (2018). Esta me ha gustado especialmente. Arranca con un Mads Mikkelsen que lleva lo que podrían ser varias semanas sobreviviendo en territorio hostil helado tras un accidente de avioneta. Está más solo que la una, y su objetivo es sobrevivir hasta dar con un equipo de rescate que lo localice. Mikkelsen está perfecto, con una gran actuación que necesita de muy pocas palabras para transmitir toda la dureza por la que tiene que pasar su personaje.
Payback: Straight Up (2006). La original la he visto un montón de veces, me encanta. Pero esta versión no la conocía y es un remontaje del director donde cambian bastantes cosas. No es el típico montaje del director en el que meten 10-15 minutos de escenas eliminadas y a correr, sino que aquí de verdad se han repensado la película, en teoría como debería haber sido en un principio. Hay escenas nuevas, pero también otras eliminadas, con un color de fotografía muy diferente, con Porter un poco más duro, un final que se desarrolla en otro lugar y de otra forma, un secundario para de varón a mujer... Está curioso verla y comparar versiones.
Perseguido (1987). Hacía como mil años que no la veía y sigue siendo malilla, bien para pasar el rato mientras te comes una pizza tan campante, pero malilla en el fondo. A fin de cuentas el Chuache tiene pelis mucho mejores en su haber. Aunque sí es de destacar lo fresca que se ve en ese sentido del "todo vale para ganar audiencia", porque con la de burradas que le han llegado a ver por televisión, con y sin formato reality, parece que no estemos tan lejos de un The Running Man real.
Bienvenidos a Marwen (2018). Una película tejida sobre un suceso real en el que un aparente pirado por muñecos de acción de la segunda guerra mundial esconde un hecho traumático acontecido en su vida que no ha superado. Esa mezcla de imagen real junto a la ficción/imaginación/frikada de los muñecos mediante animación 3D es tal vez la mejor forma de encauzarte a tomar un poco más en serio a Steve Carell, que aquí tampoco es que tenga un personaje de carcajada, ni mucho menos.
Bronson (2008). Tom Hardy metido en un papel peculiar a modo de biopic, el de Michael Peterson o, como él mismo se rebautizó, Charlie Bronson, un tipo británico que ha ido dando tumbos de prisión en prisión durante toda su vida. Un tipo violento hasta el absurdo, de forma que no terminas ni de pillar por qué le han dedicado una película. Es un tío sin trasfondo alguno. Ahora, Hardy está bien en lo suyo.
VFW (2019). Serie B con lo que vendría a ser el prototipo de zombi-yonki que hablaban en aquel episodio de Qué vida más triste. Unos viejos veteranos de Vietnam se tienen que enfrentar a pirados drogatas por la primera excusa que se le ocurrió al guionista. Aceptable dentro de su parcela B.
Cosmic Sin (2021). Puede ser tranquilamente la peor película que recuerdo haber visto de Bruce Willis, que además hace lo habitual, hacerse con un puesto de titular, pero luego se escaquea de la pantalla a la primera que puede. Y hombre, como estaba por ahí Frank Grillo, digo igual si esto ocurriese no es tan malo si está también por ahí Grillo para las escenas de acción, pero es que el mamón también se las pira. Vaya forma de dar gato por liebre por partida doble, todo aderezado con un argumento espacial digno de un Gears of War o algo así. Menudo zurullo.
Monsters of Man (2020). Viene a ser Chappie, pero con toques de Depredador, y oye, no está tan mal. Ahora, que también podría estar mejor. Sueltan a unos robots militares en fase experimental en medio de la frondosa frontera entre Vietnam y Camboya, para verlos en acción y recabar datos, y claro, siempre tiene que estar por ahí el típico exmilitar americano donde Cristo perdió el mechero para comerse el marrón. Como peli de acción y supervivencia está aceptable, pero se podrían haber ahorrado un poquito de escenas dramáticas e idas y vueltas por haber varios puntos de vista y haber recortado así 20-30 minutos fácil, el ritmo lo hubiese agradecido.
Contagio en alta mar (2019). Me ha recordado un poco a La cosa, solo que transcurriendo en un barco, sin llegar a ser un clon descarado. La tripulación topa con algo que nunca habían visto, pierden la comunicación y lo pasan regular mientras algo amenaza con contagiarles. Bien a secas.
Muere otra vez (2021). De nuevo con Frank Grillo, en una especie de Atrapado en el tiempo de acción. Su nombre original lo dice casi todo: Boss Level. Da la sensación de eso, de videojuego de acción en el que repetir la partida hasta que consigas pasártelo, de esos arcades que te tienes que saber al dedillo porque cualquier sorpresa termina con game over.
Mine (2016). A lo Buried o Infierno azul, solo que cambiando el estar enterrado o en un pequeño islote asediado por un tiburón por pisar una mina en medio del desierto. Podría haber estado mucho mejor. Lo bueno de este tipo de pelis es ser ingenioso con el guion y mantener el interés y la intriga por el desenlace, no necesita ni creo que pida tanto melodrama ni simbolismo. Han buscado profundidad en lo que normalmente funciona mejor como películas más sencillas y directas.
Godzilla vs. Kong (2021). La acción bien, pero poca. La peli con sus peros. Con Godzilla últimamente fallan siempre en el mismo punto: los humanos. Nos hablan demasiado de ellos. Por ejemplo, toda la parte de "Eleven" sobra por completo, no funcionando ni como complemento humorístico de la acción. Si hubiesen cambiado buena parte de esos arcos humanos por más acción en la, llamemos, nueva zona, habría mejorado el conjunto. Y sigue sin entusiasmarme su estilo digital, más propio de un videojuego que busca el virtuosismo del plano, que de una acción que trata de ser visualmente realista. Y aunque no se libra de esto último, como peli sigue estando mejor Isla Calavera.
El túnel (2019). Los noruegos parece que le han cogido algo de gracia a las pelis de catástrofes, o al menos llevo vistas algunas entre esta, La ola y Terremoto. En este caso hay un accidente en un túnel de varios kilómetros que termina produciendo fuego, lo que convierte al sitio en una ratonera. Aceptable.
Jungleland (2019). Un par de hermanos, uno boxeador y el otro su entrenador y manager (Charlie Hunnam, el prota de Sons of Anarchy), son dos matados que no consiguen triunfar en el mundillo de los guantes. Creía que ib a ir más de boxeo, pero apenas se ven tortas. La peli se centra más en su relación, que no es tan sana, a la vez que mete algunos ingredientes de mafioseo y road movie.
Bajocero (2021). Thriller con ese bajito llamado Javier Gutiérrez que me encanta ver en pantalla. En este caso le toca meterse en el pellejo de un funcionario de prisiones que tiene que trasladar a unos presos en un furgón, y claro, algo tiene que ocurrir de camino. Me gustó más la primera parte de la peli que la segunda.
Ártico (2018). Esta me ha gustado especialmente. Arranca con un Mads Mikkelsen que lleva lo que podrían ser varias semanas sobreviviendo en territorio hostil helado tras un accidente de avioneta. Está más solo que la una, y su objetivo es sobrevivir hasta dar con un equipo de rescate que lo localice. Mikkelsen está perfecto, con una gran actuación que necesita de muy pocas palabras para transmitir toda la dureza por la que tiene que pasar su personaje.
Payback: Straight Up (2006). La original la he visto un montón de veces, me encanta. Pero esta versión no la conocía y es un remontaje del director donde cambian bastantes cosas. No es el típico montaje del director en el que meten 10-15 minutos de escenas eliminadas y a correr, sino que aquí de verdad se han repensado la película, en teoría como debería haber sido en un principio. Hay escenas nuevas, pero también otras eliminadas, con un color de fotografía muy diferente, con Porter un poco más duro, un final que se desarrolla en otro lugar y de otra forma, un secundario para de varón a mujer... Está curioso verla y comparar versiones.
Perseguido (1987). Hacía como mil años que no la veía y sigue siendo malilla, bien para pasar el rato mientras te comes una pizza tan campante, pero malilla en el fondo. A fin de cuentas el Chuache tiene pelis mucho mejores en su haber. Aunque sí es de destacar lo fresca que se ve en ese sentido del "todo vale para ganar audiencia", porque con la de burradas que le han llegado a ver por televisión, con y sin formato reality, parece que no estemos tan lejos de un The Running Man real.
Bienvenidos a Marwen (2018). Una película tejida sobre un suceso real en el que un aparente pirado por muñecos de acción de la segunda guerra mundial esconde un hecho traumático acontecido en su vida que no ha superado. Esa mezcla de imagen real junto a la ficción/imaginación/frikada de los muñecos mediante animación 3D es tal vez la mejor forma de encauzarte a tomar un poco más en serio a Steve Carell, que aquí tampoco es que tenga un personaje de carcajada, ni mucho menos.
Bronson (2008). Tom Hardy metido en un papel peculiar a modo de biopic, el de Michael Peterson o, como él mismo se rebautizó, Charlie Bronson, un tipo británico que ha ido dando tumbos de prisión en prisión durante toda su vida. Un tipo violento hasta el absurdo, de forma que no terminas ni de pillar por qué le han dedicado una película. Es un tío sin trasfondo alguno. Ahora, Hardy está bien en lo suyo.
VFW (2019). Serie B con lo que vendría a ser el prototipo de zombi-yonki que hablaban en aquel episodio de Qué vida más triste. Unos viejos veteranos de Vietnam se tienen que enfrentar a pirados drogatas por la primera excusa que se le ocurrió al guionista. Aceptable dentro de su parcela B.
Cosmic Sin (2021). Puede ser tranquilamente la peor película que recuerdo haber visto de Bruce Willis, que además hace lo habitual, hacerse con un puesto de titular, pero luego se escaquea de la pantalla a la primera que puede. Y hombre, como estaba por ahí Frank Grillo, digo igual si esto ocurriese no es tan malo si está también por ahí Grillo para las escenas de acción, pero es que el mamón también se las pira. Vaya forma de dar gato por liebre por partida doble, todo aderezado con un argumento espacial digno de un Gears of War o algo así. Menudo zurullo.
Monsters of Man (2020). Viene a ser Chappie, pero con toques de Depredador, y oye, no está tan mal. Ahora, que también podría estar mejor. Sueltan a unos robots militares en fase experimental en medio de la frondosa frontera entre Vietnam y Camboya, para verlos en acción y recabar datos, y claro, siempre tiene que estar por ahí el típico exmilitar americano donde Cristo perdió el mechero para comerse el marrón. Como peli de acción y supervivencia está aceptable, pero se podrían haber ahorrado un poquito de escenas dramáticas e idas y vueltas por haber varios puntos de vista y haber recortado así 20-30 minutos fácil, el ritmo lo hubiese agradecido.
Contagio en alta mar (2019). Me ha recordado un poco a La cosa, solo que transcurriendo en un barco, sin llegar a ser un clon descarado. La tripulación topa con algo que nunca habían visto, pierden la comunicación y lo pasan regular mientras algo amenaza con contagiarles. Bien a secas.
Muere otra vez (2021). De nuevo con Frank Grillo, en una especie de Atrapado en el tiempo de acción. Su nombre original lo dice casi todo: Boss Level. Da la sensación de eso, de videojuego de acción en el que repetir la partida hasta que consigas pasártelo, de esos arcades que te tienes que saber al dedillo porque cualquier sorpresa termina con game over.
Mine (2016). A lo Buried o Infierno azul, solo que cambiando el estar enterrado o en un pequeño islote asediado por un tiburón por pisar una mina en medio del desierto. Podría haber estado mucho mejor. Lo bueno de este tipo de pelis es ser ingenioso con el guion y mantener el interés y la intriga por el desenlace, no necesita ni creo que pida tanto melodrama ni simbolismo. Han buscado profundidad en lo que normalmente funciona mejor como películas más sencillas y directas.
Godzilla vs. Kong (2021). La acción bien, pero poca. La peli con sus peros. Con Godzilla últimamente fallan siempre en el mismo punto: los humanos. Nos hablan demasiado de ellos. Por ejemplo, toda la parte de "Eleven" sobra por completo, no funcionando ni como complemento humorístico de la acción. Si hubiesen cambiado buena parte de esos arcos humanos por más acción en la, llamemos, nueva zona, habría mejorado el conjunto. Y sigue sin entusiasmarme su estilo digital, más propio de un videojuego que busca el virtuosismo del plano, que de una acción que trata de ser visualmente realista. Y aunque no se libra de esto último, como peli sigue estando mejor Isla Calavera.