[Hilo Oficial] Siguiendo series - Tantas secuelas nunca fueron buenas

[Rosstheboss]

Pues mira, yo venía a elogiar precisamente otra serie española, Nos vemos en otra vida, de los responsables de aquella genial 'Crematorio' de 2010. Una historia kinki en Avilés, en 2003-2004, dinamita asturiana y planes yijadistas. En el vigésimo aniversario del 11-M, el mayor atentado yijadista en suelo europeo (no por nada ayer fue el día europeo de las víctimas del terrorismo), ayer conocí una serie que ni sonarme, siquiera el libro que le da pie (las entrevistas a un pobre desgraciado que por colaborar en el transporte de la dinamita le cayó una buena, no solo cárcel sino el estigma social de haber participado en algo tan sumamente descomunal, aunque fuera de forma tangencial), y sus dos primeros capítulos son formidables. Cine en formato serie una vez más, sorprendido con el chaval que hace de Gabriel, que no es un actor profesional. Y que cuando ya aparecen los que sí lo son, sigas flipado por su trabajo, que Tamara Casellas haciendo de la sufrida madre de 'Baby' te saca todo tipo de emociones. No es una serie fácil, y eso que yo ni he llegado aún a lo gordo. Pero los continuos saltos temporales, muy bien conectados y pensados, ya te van moviendo las tripas. A ver como llevo los episodios que me faltan, pero diría que lo más importante es tanto la calidad como el trato que se le da a todo por ahora, ya que este es un tema sensible de narices. Y por ahora, se está sabiendo hacer algo creíble y a la par, respetuoso. Disney + para quien esté interesado.

Bueno, por aligerarme un poco el coco, me he puesto también con Cortar por la línea de puntos. Es una serie de animación italiana para Netflix, basada en las correrías y pajotas mentales del artista Zerocalcare. Allá en Italia tiene una fama muy merecida gracias a sus cómics. Me atrevería a decir que es el Paco Roca de allá, por el reconocimiento, difusión y ventas de sus tebeos, pero este en formato muuuuuuuuuuuy neurótico, llenito de los vaivenes e inseguridades, y con un humor genial, mientras mantiene lazos con la realidad a veces incómodos dentro de tanto exceso visual y narrativo. Que es un tío que tanto en la serie como en los cómics habla con un puto armadillo como su conciencia. La serie, al menos esta primera temporada, no adaptaría de forma directa su primer gran éxito en viñetas, 'La profecía del armadillo', un cómic genial, que aquí más bien se traslada en tono y no en los hechos. O sea, nos sigue contando historias trastornadas de su pasado, neuras, amigos, y convirtiendo vivencias y chorradas cotidianas como no coger el teléfono a una amiga, en monumentos a la paranoia y el desenfreno. Buenísima, en Netflix la tenéis junto a su segunda temporada.