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Algunas reseñitas Marvel/DC:

Deuda cumplida con el Silver Surfer de Dan Slott y Mike y Laura Allred, una de las mejores obras que Marvel ha sacado este siglo. Básicamente, un ser casi divino como es Norrin Radd se embarca en viajes y aventuras junto a una humana que vive de forma tranquila regentando el hotel turístico de su familia, Dawn Greenwood. Pero es muchísimo más, son demasiadas cosas, son aventuras, son sentimientos, son todo tipo de ejercicios visuales y narrativos. El capítulo de la Nebulosa de Mobius es una salvajada, y los treinta números que dura esta colección no hacen más que dejar momentazos juntos a momentitos, lo más fastuoso combinado con lo sutil, lo cercano, lo íntimo. Resumo la obra con la imagen de abajo ¡Yo también te amo, Dawn Greenwood!

Vamos ahora con Los 4 Fantásticos: Toda una vida. Ya comenté por aquí el genial Spiderman: Toda una vida. Y dado el éxito de esta otra joya moderna, y como es inevitable que esto genere 'secuelas', pues tras el gran icono de la editorial ¿Por qué no hacerlo también justamente con la colección que pegó el gran cambio en la editorial, en un momento donde precisamente el mismo Stan Lee le daba vueltas a dejar los cómics? Aquí mi cada vez más amado Mark Russell, con Sean Izaakse al dibujo hacen algo muy distinto al cómic del trepamuros. Oh, sí. También tenemos cinco décadas donde la primera familia envejecerá y le pasarán cosas, pero la historia ofrece algo distinto.

Porque Galactus es importante ¿Como no serlo? Fue uno de los puntos de inflexión en la colección original. Pero aquí no tenemos un repaso de los grandes momentos que han ido sucediéndose en los cómics en la década que toca, como hicieron con Spiderman. Aquí se cuenta una historia de familia, retorciendo temas y pilares de este cuarteto, Mark Russell "haciendo la suya", frente a homenajear y referenciar. Por ese lado, podrá decepcionar a quienes busquen eso dado el antecedente. Por el otro, justamente quienes menos familiarizados estén con este grupo, se van a encontrar con un cómic genial en una historia con multitud de matices. A mi me ha encantado, porque ya iba a él sabiendo a lo que iba.

Pasamos a DC, a Batman, a Catwoman, y a Tom King. Este escritor tuvo una etapa dilatada en la colección, pero no consiguió su objetivo de llegar a los cien números, las ventas de las grapas mensuales bajaron por debajo de las 100.000 unidades (y hoy día supongo que serán encima algo más bajas) y le dieron un toque. Le daría un cierre, aquí fue donde Alfred murió. Pero él le quería poner un broche, y Selina Kyle tenía que estar también. Pues doce números, y luego números especiales para complementarlos... a dios gracias.

He flipado que se hayan usado doce números para lo que hay realmente. Hablar mucho, decir poco. Aquí también hay excelentes momentos narrativos, Tom King vuelve a la suya de narrar de forma descontinuada cambiando el foco continuamente entre personajes y diferentes momentos en el tiempo. No es difícil seguirlo, pero como digo, me ha asombrado cada vez que terminaba un número lo poco que parecía realmente contar. Esperaba algo que lo redondease en el último número, pero... Afortunadamente como digo, esos números especiales, ubicados tras el final de la serie, ya se profundiza... pero tampoco me termina de convencer. Lo que pasa es que aquí ya llegamos al final de todo y de todos, y aquí ya reconozco que sí me ha tocado la fibra, haciendo ya todo un poco más redondo. Con eso, me quedo satisfecho.

Siendo menos pretencioso, más directo y disfrutón, Flash: Año Uno. DC hace eso que tanto le gusta, volver a contarnos el origen de un personaje. En mi caso, no me importa porque creo que no tengo ningún origen de Flash en mi colección, aunque ya haya leído algunos. Y este me cumple... pero ya lo cambiarán más adelante ya.

Que el malo central donde pivota todo sea Tortuga me ha hecho mucha gracia. Joshua Williamson al teclado y con un dibujo de Howard Porter que me ha gustado mucho. Una historia muy maja que se ha reeditado hace poco en formato barato.

Y termino volviendo tanto con Mark Russell y el matrimonio Allred, también redefiniendo a un personaje fundacional, con Superman: Era Espacial. Otro tesorito, que queda contenido, no es una historia oficial, salvo que hagan la cagada de mezclarlo con el mutilverso DC. Y espero que no lo hagan, este diamante se merece quedarse en los tres números que lo componen.

Estamos en 1962, y terminaremos en 1985 (de hecho, el cómic empieza ese año para volver atrás), y nos situamos en esos Estados Unidos donde un joven e inseguro Clark Kent sale al mundo, un mundo al borde del enfrentamiento nuclear, un poco antes del asesinato de Kennedy, y vamos a ver tanto una historia de supers durante esas dos décadas, como el desarrollo más introspectivo del personaje.

A veces se me ha hecho algo denso justamente en el tema introspectivo, el primer número sobre todo, hay mucho texto interno combinado con el desarrollo externo en las viñetas y me he encallado un poco. Pero también me ha parecido una lectura excelente, he sentido que cada vez iba más suelto leyéndolo, aún cuando esa introspección se hará más fuerte al ir creciendo el drama y el camino hacia el fin que plantea la historia. Ya la primera lectura me ha gustado, pero está claro que este es un cómic de múltiples relecturas. Realmente todos lo son, pero está claro que le sacaré más facetas e iré menos espeso cuando vuelva a leerlo. Y también este lo recomiendo con fuerza.

Ala, buenos días.

¡Copón! Aunque rompa el momentum de mi post, edito y añado la alegría que me acabo de llevar al aparecer ocho capítulos de golpe de Saint Seiya: Lost Dimensión en mi extensión de manga. Por contra, algo le está pasando a Yukito Kishito, que lleva sin sacar ningún capítulo de Gunnm: Mars Chronicle desde noviembre del año pasado. Ya ha tenido antes problemas de salud, y espero que esa no sea la causa. Incluso me he metido en su página web personal, pero como está en japonés y no encuentro la forma de traducir la web desde Firefox, pues no me he enterado ni jota. Espero que no haya palmado, que supongo hubiera sido noticia.