02-11-2021 08:49
Ala, pues más fantasía heroica en viñetas.
Arrowsmith - Tan Guapos de Uniforme: lo que parece una marcianada perpetrada por Kurt Busiek y Carlos Pacheco es una historia muy sólida y bien conducida. Básicamente, mezclar la primera guerra mundial con fantasía. En una Tierra alternativa la magia y seres fantásticos como trolls, enanos, vampiros y hombres lobo se mezclan con nuestra historia real, creando un mapa mundial con naciones muy diferentes pero con algunos sucesos históricos similares a los nuestros, como esta guerra global.
La historia se cuenta a través del joven Arrowsmith, como pasa de ser el hijo de un herrero en Columbia (que es una de las naciones en las que están divididos nuestros Estados Unidos) a pringarse en los horrores de una guerra, que por mucha magia criaturas sobrenaturales que haya es tan cruenta y despiadada como lo sería en nuestro mundo. Más incluso cuando la fantasía entra en acción y surgen incómodos paralelismos.
Algo que me chocó un poco es que solo son seis números, dejando las cosas aparentemente abiertas. Se presenta a un posible personaje antagonista causante de los horrores de los diferentes bandos y naciones en conflicto pero no se profundiza. Y el final deja aún la contienda y los participantes que aún sobreviven con mucho por delante. Pero para lo que quieren hacer los autores funciona perfecto. Es una historia bélica muy personal para su protagonista, y lo que pasa es que llegado al último número la cámara se separa de él y el destino incierto que le depara. Además, el no reducir la contienda a ese super-malvado sombrío hace que no se simplifiquen las cosas ni se tire por caminos fáciles. Me ha parecido una combinación excelente tratada con enorme acierto. Con todo, me hubiera encantado más historias en este marco.
Y tocaba seguir con el Elric de Melniboné europeo, con el tercer álbum, El Lobo Blanco. El príncipe albino abandona su trono, sus responsabilidades y a su amada Cymoril en pos de su anhelada libertad. Pero, ¿de verdad se puede hablar de libertad siendo el sirviente de un dios del caos, y portando una espada que bebe almas y de la que Elric depende para mantener su salud y vigor?
Se sigue combinando material de las novelas originales con reinterpretaciones y reescrituras. Ahí tenéis a uno de mis personajes favoritos de la saga, el Conde Smiorgan el Calvo, señor de las Ciudades Púrpura. Se menciona el segundo libro, Marinero de los Mares del Destino, que hubiera sido genial ver adaptado con este enorme estilazo. Pero a cambio se ofrece una aventura totalmente nueva donde se profundiza en las raíces de Melniboné a través nada menos que de uno de sus antiguos emperadores-hechiceros, quizás el más poderoso de toda su historia. Elric estará llamado a superarle, pero aún no.
Serán solo 56 páginas, pero están diseñadas con precisión de neurocirujano, manteniendo un equilibro formidable entre ritmo de lectura y contemplación de un arte apabullante. El guion es de Julien Blondel, Jean-Luc Cano y Jean Bastide, mientras que del apartado gráfico se encargan Robin Recht y Julien Telo. Es lo que digo, un trabajo enorme que da unos frutos muy ricos. Encima, introducción de Neil Gaiman ¿Que más podemos pedir? ¡Pues más álbumes, COPÓN!
Arrowsmith - Tan Guapos de Uniforme: lo que parece una marcianada perpetrada por Kurt Busiek y Carlos Pacheco es una historia muy sólida y bien conducida. Básicamente, mezclar la primera guerra mundial con fantasía. En una Tierra alternativa la magia y seres fantásticos como trolls, enanos, vampiros y hombres lobo se mezclan con nuestra historia real, creando un mapa mundial con naciones muy diferentes pero con algunos sucesos históricos similares a los nuestros, como esta guerra global.
La historia se cuenta a través del joven Arrowsmith, como pasa de ser el hijo de un herrero en Columbia (que es una de las naciones en las que están divididos nuestros Estados Unidos) a pringarse en los horrores de una guerra, que por mucha magia criaturas sobrenaturales que haya es tan cruenta y despiadada como lo sería en nuestro mundo. Más incluso cuando la fantasía entra en acción y surgen incómodos paralelismos.
Algo que me chocó un poco es que solo son seis números, dejando las cosas aparentemente abiertas. Se presenta a un posible personaje antagonista causante de los horrores de los diferentes bandos y naciones en conflicto pero no se profundiza. Y el final deja aún la contienda y los participantes que aún sobreviven con mucho por delante. Pero para lo que quieren hacer los autores funciona perfecto. Es una historia bélica muy personal para su protagonista, y lo que pasa es que llegado al último número la cámara se separa de él y el destino incierto que le depara. Además, el no reducir la contienda a ese super-malvado sombrío hace que no se simplifiquen las cosas ni se tire por caminos fáciles. Me ha parecido una combinación excelente tratada con enorme acierto. Con todo, me hubiera encantado más historias en este marco.
Y tocaba seguir con el Elric de Melniboné europeo, con el tercer álbum, El Lobo Blanco. El príncipe albino abandona su trono, sus responsabilidades y a su amada Cymoril en pos de su anhelada libertad. Pero, ¿de verdad se puede hablar de libertad siendo el sirviente de un dios del caos, y portando una espada que bebe almas y de la que Elric depende para mantener su salud y vigor?
Se sigue combinando material de las novelas originales con reinterpretaciones y reescrituras. Ahí tenéis a uno de mis personajes favoritos de la saga, el Conde Smiorgan el Calvo, señor de las Ciudades Púrpura. Se menciona el segundo libro, Marinero de los Mares del Destino, que hubiera sido genial ver adaptado con este enorme estilazo. Pero a cambio se ofrece una aventura totalmente nueva donde se profundiza en las raíces de Melniboné a través nada menos que de uno de sus antiguos emperadores-hechiceros, quizás el más poderoso de toda su historia. Elric estará llamado a superarle, pero aún no.
Serán solo 56 páginas, pero están diseñadas con precisión de neurocirujano, manteniendo un equilibro formidable entre ritmo de lectura y contemplación de un arte apabullante. El guion es de Julien Blondel, Jean-Luc Cano y Jean Bastide, mientras que del apartado gráfico se encargan Robin Recht y Julien Telo. Es lo que digo, un trabajo enorme que da unos frutos muy ricos. Encima, introducción de Neil Gaiman ¿Que más podemos pedir? ¡Pues más álbumes, COPÓN!