21-02-2018 12:47
Otro doble post, pero quería mostrar al mundo una de las mejores historias y obras, no solo hablando de cómic, sino en general, que he tenido el placer de encontrarme en mucho tiempo: El Arte de Volar, de Antonio Altarriba y el dibujante Joaquim Aubert Puigarnau, conocido interplanetariamente con su pseudónimo de Kim.
Sobre el papel, otro cómic de autor contando la vida de alguien cercano al guionista (en mis últimos años, tengo una cantidad brutal leída de cómics con esta fórmula, no me quejo en abosluto, solo la comento), su padre, también llamado Antonio Altarriba, ganador de galardones y de una fama enorme desde que fue publicado en 2010. En mi fuero interno, una historia tan maravillosa, genial y completa, como descorazonadora, triste y llena de pesar. Se centra en la vida de Antonio Altarriba, padre del guionista, que vivió desde 1910 hasta su suicidio en 2001 en una residencia de ancianos en La Rioja (que luego encima le causó problemas legales a su hijo con el gobierno de mi comunidad, que se portaron como cerdos con él, aunque esto último solo aparece en el texto epílogo al final del libro contado por Antonio Altarriba hijo). Empieza en el campo de una Aragón de comienzos del siglo XX pero congelada en el tiempo, donde los sueños son escasos pero de gran altura, donde las ilusiones mueren al poco de tenerlas, para ir subiendo, llegar a la inevitable guerra civil española, postguerra y franquismo, pero no solo mostrando de manera impecable y trabajadísima el exterior, sino el interior del mismo Antonio. Si la España que le rodea está llena de miseria y tristeza, el mismo Antonio será un miserable y un triste haciendo cosas en la vida que poco tienen que ver con sus sueños e ilusiones de juventud. De verda que me ha tocado la fibra enormemente este cómic.
Y una parte no ya importante, sino vital del mismo, hay que ponerla forzosamente en Kim, un dibujante que creo que casi todo el mundo conocerá por su serie 'Martinez el Facha', aunque en el mismo El Jueves cualquiera sabe que ha hecho más cosas, dotadas de una enorme expresividad. Pues aquí su estilo de dibujo es que se me antoja perfecto para la historia: una complejidad enorme en el diseño de las viñetas, en los dibujos con multitudes de personas o llenos de elementos por viñeta, en el trabajo y expresividad de los personajes, en como se apoya de forma visual los también excelentes textos de apoyo de Altarriba, en las escenas oníricas................No creo que ningún lector de cómics haga de menos la parte del dibujo de los mimos ¡Justo al contrario! Pero muchas veces el dibujante es un 'acompañante' del guionista, un buen acompañante en la mayoría de casos, pero aquí el dibujo de Kim se torna algo imprescindible para conseguir que el guión de Altarriba luzca, brille y resplandezca como un sol.
Lo apunto al conjunto de cómics que quiero tener en mi colección. Seguramente no lo compre hasta que vuelvan las vacas gordas (que a las cabronas les está costando llegar más de lo que me gustaría), o no lo compre nunca (está en varias bibliotecas cercanas al menos) y lo relea más veces durante los próximos años, pero es que creo que esta es una obra cumbre dentro del cómic español moderno y solo por eso, sería glorioso tenerla en mi colección, aunque solo sea acompañando a otras obras que no leo tampoco mucho pero que me producen un gran solaz tenerlas propias.
Sobre el papel, otro cómic de autor contando la vida de alguien cercano al guionista (en mis últimos años, tengo una cantidad brutal leída de cómics con esta fórmula, no me quejo en abosluto, solo la comento), su padre, también llamado Antonio Altarriba, ganador de galardones y de una fama enorme desde que fue publicado en 2010. En mi fuero interno, una historia tan maravillosa, genial y completa, como descorazonadora, triste y llena de pesar. Se centra en la vida de Antonio Altarriba, padre del guionista, que vivió desde 1910 hasta su suicidio en 2001 en una residencia de ancianos en La Rioja (que luego encima le causó problemas legales a su hijo con el gobierno de mi comunidad, que se portaron como cerdos con él, aunque esto último solo aparece en el texto epílogo al final del libro contado por Antonio Altarriba hijo). Empieza en el campo de una Aragón de comienzos del siglo XX pero congelada en el tiempo, donde los sueños son escasos pero de gran altura, donde las ilusiones mueren al poco de tenerlas, para ir subiendo, llegar a la inevitable guerra civil española, postguerra y franquismo, pero no solo mostrando de manera impecable y trabajadísima el exterior, sino el interior del mismo Antonio. Si la España que le rodea está llena de miseria y tristeza, el mismo Antonio será un miserable y un triste haciendo cosas en la vida que poco tienen que ver con sus sueños e ilusiones de juventud. De verda que me ha tocado la fibra enormemente este cómic.
Y una parte no ya importante, sino vital del mismo, hay que ponerla forzosamente en Kim, un dibujante que creo que casi todo el mundo conocerá por su serie 'Martinez el Facha', aunque en el mismo El Jueves cualquiera sabe que ha hecho más cosas, dotadas de una enorme expresividad. Pues aquí su estilo de dibujo es que se me antoja perfecto para la historia: una complejidad enorme en el diseño de las viñetas, en los dibujos con multitudes de personas o llenos de elementos por viñeta, en el trabajo y expresividad de los personajes, en como se apoya de forma visual los también excelentes textos de apoyo de Altarriba, en las escenas oníricas................No creo que ningún lector de cómics haga de menos la parte del dibujo de los mimos ¡Justo al contrario! Pero muchas veces el dibujante es un 'acompañante' del guionista, un buen acompañante en la mayoría de casos, pero aquí el dibujo de Kim se torna algo imprescindible para conseguir que el guión de Altarriba luzca, brille y resplandezca como un sol.
Lo apunto al conjunto de cómics que quiero tener en mi colección. Seguramente no lo compre hasta que vuelvan las vacas gordas (que a las cabronas les está costando llegar más de lo que me gustaría), o no lo compre nunca (está en varias bibliotecas cercanas al menos) y lo relea más veces durante los próximos años, pero es que creo que esta es una obra cumbre dentro del cómic español moderno y solo por eso, sería glorioso tenerla en mi colección, aunque solo sea acompañando a otras obras que no leo tampoco mucho pero que me producen un gran solaz tenerlas propias.