02-08-2017 19:10
Pues a mi si me molestó bastante el tema de la durabilidad de las armas. No lo veo para nada un acierto.
Me parece que aporta poca diversión en sí mismo y en cambio tienes que estar gestionando el inventario de continuo cosa que preferiría no hacer. Me corta mucho el rollo el tener que dedicar mucho tiempo al inventario en los juegos y si es para tener que estar eligiendo que arma desechar todo el rato pues menos aún.
Para mi, el juego claramente mejoraría si no te obligase a cambiar de arma continuamente y tener que gestionar los huecos del inventario tan a menudo. Porque no le aporta dificultad más que en los primeros compases del juego. Luego me parece un mero estorbo.
Y también mejoraría aun más, si cuando abres un cofre y este tiene un arma, te dejasen descartar otra sin tener que cancelar, entrar al inventario, desechar otra y volver a abrir el cofre. Un error de bulto que no entiendo la verdad.
Esa y otras cosas al final hicieron que del tiempo que estuve jugando al Zelda, unas 90 horas, me quedó la sensación de haberme aburrido más tiempo que el que me realmente me lo pasaba bien, que si que tiene muy buenos momentos, pero vamos, muy diluidos.
(Ultima edición: 02-08-2017 19:25 por Cikio.)
Me parece que aporta poca diversión en sí mismo y en cambio tienes que estar gestionando el inventario de continuo cosa que preferiría no hacer. Me corta mucho el rollo el tener que dedicar mucho tiempo al inventario en los juegos y si es para tener que estar eligiendo que arma desechar todo el rato pues menos aún.
Para mi, el juego claramente mejoraría si no te obligase a cambiar de arma continuamente y tener que gestionar los huecos del inventario tan a menudo. Porque no le aporta dificultad más que en los primeros compases del juego. Luego me parece un mero estorbo.
Y también mejoraría aun más, si cuando abres un cofre y este tiene un arma, te dejasen descartar otra sin tener que cancelar, entrar al inventario, desechar otra y volver a abrir el cofre. Un error de bulto que no entiendo la verdad.
Esa y otras cosas al final hicieron que del tiempo que estuve jugando al Zelda, unas 90 horas, me quedó la sensación de haberme aburrido más tiempo que el que me realmente me lo pasaba bien, que si que tiene muy buenos momentos, pero vamos, muy diluidos.