18-07-2017 11:38
Leído, maravillado y conmovido con 'El invierno del dibujante', de uno de nuestros mayores artistas del cómic patrio, Paco Roca. Y me gustaría dar un poco el rollo creando contexto sobre lo que trata esta pequeña joya nacional.
El cómic se situa a finales de los años 50, centrado en el panorama de las historietas nacionales y con figuras que podría llamar mitológicas dentro de nuestro panorama nacional, y lo son, pero hoy día creo que no recuerda nadie cosas tan grandes como "el reporter Tribulete","Rigoberto Picaporte","Don Pio","el doctor Cataplasma","Doña Urraca".........y tantas y tantas y tantas y requetetantas maravillas en forma de viñetas y bocadillos. Pero ser un crío en los 70-primeros 90 tenía la cosa de las reediciones, sea en formato mítico de cómics 'Olé' en cartón, sean esos últimos coletazos de las revistas de cómic en nuestro país. En ambos casos, lo que se hacía era reeditar material a saco de décadas pasadas, y en el caso de las revistas, tenías también material para ver como se construían los sueños en la editorial Bruguera (antes de su cierre definitivo en 1986) u otras que te incluían artículos y secciones tocando asuntos de dibujantes y guionistas, que ayudaban a conocer mejor a gente que, en más de un caso y de dos, ya habían fallecido.
No, no había nacido ni conocía la época de forma clara que se relata en este álbum. No compré ningún número de Tio Vivo, no supe los sueños y anelos que había detrás de la creación de esta revista, no supe del bofetón que los cinco pioneros se llevarían, pero joder, si conocía a las personas (aunque solo fuese por su inmortal faceta de historietistas y alguna anécdota de alguna como el gran Josep Escobar) y en ellas se centra el álbum.
Por supuesto, ahí están también gigantes que si espero sean más conocidos como Manuel Vazquez y el citado Josep Escobar (aunque sea por Anacleto en el primer caso, y Zipi y Zape en el segundo), junto a un tal Francisco Ibañez, que aquí supongo que no serán necesarias muchas presentaciones, compartiendo espacio con gente como Victor Mora, el creador y guionista del Capitán Trueno y el Jabato, que junto a su mujer Armonía, trabajaron y mamaron de esa Bruguera de mitad del siglo XX, y que, seguían vivos cuando Paco Roca pudo conocerlos para preparar este álbum.
Por eso, aquí se conjuga la excelente calidad y cariño con la que está hecho este trabajo, con la nostalgia personal de un criajo como yo que en los 80 me comía todo lo que pillaba del cómic nacional, y que también compraba (o le compraban) internacional, pero con una colección enormemente mayor del primero.
No sé si es penilla o que, ahora si, me siento más mayor, pero tengo la impresión por las opiniones contrapuestas que he leído sobre este álbum se basan, sobre todo, en quien conoce mejor o peor el ambiente y personas que aquí aparecen. Vamos, que dentro de veinte años se lo puedo dar a leer a mi sobrina, y quizás le guste mucho, pero es que sobre todo, no va a saber quien es nadie de ahí, salvo excepciones que puedan perdurar largo en el tiempo como el mismo Ibañez. Bueno, quede al menos como un genial trabajo sobre un fragmento importante de la historia de la historieta en nuestro país.
Como apunte, creo que aquí no muchos hayan visto la película 'el gran Vázquez', que juraría que no tuvo mucha pegada aun estando protagonizada por Santiago Segura. Esta película se centra justamente en uno de esos mitos de nuestros cómics, el citado arriba padre de Anaclero: agente secreto (entre otras muuuuuuuuuuuuuchas cosas de una producción muy extensa), Manual Vázquez. Lo cierto es que la película es un megamix de cosas antitémicas, que si toques de españolada, que si el hombre hablando con sus personajes animados para la ocasión, que si las tremendas dificultades que hizo pasar a sus familias (si, el ser un crápula viene rodeado de un halo de romanticismo, pero a sus mujeres e hijos no les fue nada bien a su lado), pero tiene un algo, que seguramente sea más mío que de la película, al tratar de quien trata y del periodo que trata. Pero bueno, una película que se paraleliza en algunas cosas y momentos con la gran obra de Roca de la que os estoy dando la barrila. Tomadla como curiosidad, por si os apetece ver algo sobre el cómic patrio y una de sus figuras más inmensas, al menos, para echar el rato con la limitada pero al menos divertida, interpretación del dibujante hecha por Segura.
El cómic se situa a finales de los años 50, centrado en el panorama de las historietas nacionales y con figuras que podría llamar mitológicas dentro de nuestro panorama nacional, y lo son, pero hoy día creo que no recuerda nadie cosas tan grandes como "el reporter Tribulete","Rigoberto Picaporte","Don Pio","el doctor Cataplasma","Doña Urraca".........y tantas y tantas y tantas y requetetantas maravillas en forma de viñetas y bocadillos. Pero ser un crío en los 70-primeros 90 tenía la cosa de las reediciones, sea en formato mítico de cómics 'Olé' en cartón, sean esos últimos coletazos de las revistas de cómic en nuestro país. En ambos casos, lo que se hacía era reeditar material a saco de décadas pasadas, y en el caso de las revistas, tenías también material para ver como se construían los sueños en la editorial Bruguera (antes de su cierre definitivo en 1986) u otras que te incluían artículos y secciones tocando asuntos de dibujantes y guionistas, que ayudaban a conocer mejor a gente que, en más de un caso y de dos, ya habían fallecido.
No, no había nacido ni conocía la época de forma clara que se relata en este álbum. No compré ningún número de Tio Vivo, no supe los sueños y anelos que había detrás de la creación de esta revista, no supe del bofetón que los cinco pioneros se llevarían, pero joder, si conocía a las personas (aunque solo fuese por su inmortal faceta de historietistas y alguna anécdota de alguna como el gran Josep Escobar) y en ellas se centra el álbum.
Por supuesto, ahí están también gigantes que si espero sean más conocidos como Manuel Vazquez y el citado Josep Escobar (aunque sea por Anacleto en el primer caso, y Zipi y Zape en el segundo), junto a un tal Francisco Ibañez, que aquí supongo que no serán necesarias muchas presentaciones, compartiendo espacio con gente como Victor Mora, el creador y guionista del Capitán Trueno y el Jabato, que junto a su mujer Armonía, trabajaron y mamaron de esa Bruguera de mitad del siglo XX, y que, seguían vivos cuando Paco Roca pudo conocerlos para preparar este álbum.
Por eso, aquí se conjuga la excelente calidad y cariño con la que está hecho este trabajo, con la nostalgia personal de un criajo como yo que en los 80 me comía todo lo que pillaba del cómic nacional, y que también compraba (o le compraban) internacional, pero con una colección enormemente mayor del primero.
No sé si es penilla o que, ahora si, me siento más mayor, pero tengo la impresión por las opiniones contrapuestas que he leído sobre este álbum se basan, sobre todo, en quien conoce mejor o peor el ambiente y personas que aquí aparecen. Vamos, que dentro de veinte años se lo puedo dar a leer a mi sobrina, y quizás le guste mucho, pero es que sobre todo, no va a saber quien es nadie de ahí, salvo excepciones que puedan perdurar largo en el tiempo como el mismo Ibañez. Bueno, quede al menos como un genial trabajo sobre un fragmento importante de la historia de la historieta en nuestro país.
Como apunte, creo que aquí no muchos hayan visto la película 'el gran Vázquez', que juraría que no tuvo mucha pegada aun estando protagonizada por Santiago Segura. Esta película se centra justamente en uno de esos mitos de nuestros cómics, el citado arriba padre de Anaclero: agente secreto (entre otras muuuuuuuuuuuuuchas cosas de una producción muy extensa), Manual Vázquez. Lo cierto es que la película es un megamix de cosas antitémicas, que si toques de españolada, que si el hombre hablando con sus personajes animados para la ocasión, que si las tremendas dificultades que hizo pasar a sus familias (si, el ser un crápula viene rodeado de un halo de romanticismo, pero a sus mujeres e hijos no les fue nada bien a su lado), pero tiene un algo, que seguramente sea más mío que de la película, al tratar de quien trata y del periodo que trata. Pero bueno, una película que se paraleliza en algunas cosas y momentos con la gran obra de Roca de la que os estoy dando la barrila. Tomadla como curiosidad, por si os apetece ver algo sobre el cómic patrio y una de sus figuras más inmensas, al menos, para echar el rato con la limitada pero al menos divertida, interpretación del dibujante hecha por Segura.