02-03-2017 23:35
The Artist. Vi la semana pasada esta película que me habían recomendado varias personas, entre ellos Rosstheboss. Me ha parecido una película maravillosa. Es cine mudo, del que se hacía antes de ¿1929? si no confundo las fechas. Y de hecho, ambientado en aquellos años. Puede parecer raro que alguien se lance a un experimento como este (aunque no es la primera vez que se hace), pero el resultado no podría ser mejor.
Me recordó a la experiencia de cuando juegas un juego de hace 20 años y vas con el temor de que se te va a atragantar por los gráficos, el control o lo que sea, pero un rato después estás totalmente metido en el juego y disfrutando como un enano.
Me entanta que el cine mudo tiene otro lenguaje, otra forma de narrar, otro ritmo, y no es sólo por lo obvio: no hay voz, sino por cómo concretan todo el tiempo al no enrollarse con diálogos. Todo es simple y claro hasta un nivel de ingenuidad, pero no por ello menos interesante, sino que es precisamente eso lo que hace especial a esta película. Incluso los simbolismos o mensajes "subliminales" que se ven constantemente son simples y claros. El protagonista camina sobre el rótulo de un bar llamado "Lonely Star"... El comentario de una señora refiriéndose al perrito "sólo le falta hablar"... Los actores de cine hablado, vestidos de blanco, luminosos, suben las escaleras del estudio, mientras los artistas del cine mudo las bajan, vestidos en tonos oscuros...
Película que me trasmitió muchas emociones a pesar de su extremada sencillez, divertida, diferente, y con un perrito que hace trucos. No se puede pedir más.
(Ultima edición: 02-03-2017 23:39 por Ricardo.)
Me recordó a la experiencia de cuando juegas un juego de hace 20 años y vas con el temor de que se te va a atragantar por los gráficos, el control o lo que sea, pero un rato después estás totalmente metido en el juego y disfrutando como un enano.
Me entanta que el cine mudo tiene otro lenguaje, otra forma de narrar, otro ritmo, y no es sólo por lo obvio: no hay voz, sino por cómo concretan todo el tiempo al no enrollarse con diálogos. Todo es simple y claro hasta un nivel de ingenuidad, pero no por ello menos interesante, sino que es precisamente eso lo que hace especial a esta película. Incluso los simbolismos o mensajes "subliminales" que se ven constantemente son simples y claros. El protagonista camina sobre el rótulo de un bar llamado "Lonely Star"... El comentario de una señora refiriéndose al perrito "sólo le falta hablar"... Los actores de cine hablado, vestidos de blanco, luminosos, suben las escaleras del estudio, mientras los artistas del cine mudo las bajan, vestidos en tonos oscuros...
Película que me trasmitió muchas emociones a pesar de su extremada sencillez, divertida, diferente, y con un perrito que hace trucos. No se puede pedir más.