20-06-2016 13:02
Yo con los videojuegos tiendo a ser más visceral que analítico, y raramente dejo que los gráficos me sorprendan. Me fío más de los gameplays que veo, de las sensaciones que creo que tendré al jugarlos.
Un ejemplo es FFXV. Empecé ilusionadísimo cuando lo anunciaron, y a medida que ha ido saliendo gameplays menos me ha ido convenciendo┬ásu apartado jugable. No me cierro, claro, y seguro que acabaré probándolo. Pero a priori mis sensaciones con ese juego me han desinflado mucho.
Con Zelda Breath of the Wild me emocioné mucho cuando lo presentaron. Sin embargo ya fui de los primeros en apuntar -en otro foro- que me preocupaba la ambición del mundo abierto que planteaba Aonuma, y de los riesgos que presentaba.
Durante el E3 los primeros gameplays me dejaron un poco chof, pues me dejaron con la sensación de que no innovaba en nada. No quería ver más del juego, pero al final caí de cuatro patas. Y cuanto más he ido rascando, más me he ido animando, hasta el punto de que ahora, lo confieso, estoy muy entusiasmado.
Un saludo.
(Ultima edición: 20-06-2016 13:03 por alcabcucu.)
Un ejemplo es FFXV. Empecé ilusionadísimo cuando lo anunciaron, y a medida que ha ido saliendo gameplays menos me ha ido convenciendo┬ásu apartado jugable. No me cierro, claro, y seguro que acabaré probándolo. Pero a priori mis sensaciones con ese juego me han desinflado mucho.
Con Zelda Breath of the Wild me emocioné mucho cuando lo presentaron. Sin embargo ya fui de los primeros en apuntar -en otro foro- que me preocupaba la ambición del mundo abierto que planteaba Aonuma, y de los riesgos que presentaba.
Durante el E3 los primeros gameplays me dejaron un poco chof, pues me dejaron con la sensación de que no innovaba en nada. No quería ver más del juego, pero al final caí de cuatro patas. Y cuanto más he ido rascando, más me he ido animando, hasta el punto de que ahora, lo confieso, estoy muy entusiasmado.
Un saludo.